Hablemos

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Entrada la noche y cuando todos se hubieron ido, Tony subió hasta la habitación del hibrido y abrió la puerta lentamente, encontrando el lugar en penumbra;

- ¿Steve? - preguntó al aire, acercándose a la cama donde vio la silueta del rubio -Steve... tenemos que hablar

-wooff- respondió el otro quedito y sin moverse. Tony suspiró acercándose un poco más y quedándose de pie junto a la cama

-sabes que no me gusta castigarte y debo disculparme por cómo te trate esta tarde, pero no debiste atacar así a Virginia. – suspiró de nuevo acercándose, pero sintiendo el leve temblor del otro -Ella... es mi novia, Steve y debes comprender eso. – suspiró de nuevo -Yo quería presentártela hoy, pero... ya viste lo que pasó. No pensé que su primer encuentro fuera de esa forma

-wooff

- ¿no dirás nada?

-wooff, wooff

-hablo enserio, Steve. Por favor, hablemos

-tu dijiste... - comenzó a decir el rubio sin moverse -que solo era una mascota, así que me comporto como tal... como me enseñaron, como Steve debe ser

-siento lo que dije y también como te lastime, yo... me asuste mucho por como tenías a Virginia. – se acercó un poco más al otro, quien no se inmutó -Déjame revisar el golpe que te di

-ya Buck curó mis heridas y vendo mi colita... Steve está bien

- ¿quieres dormir conmigo hoy? - el otro negó -Bien- el castaño se acercó y dejó un beso sobre la cabeza rubia que solo se hundió más en el colchón -Descansa, cariño- el otro asintió y se escondió debajo de su manta, siento visto por el castaño, quien soltó un suspiro frustrado y se marchó.

Al día siguiente, Tony se levantó temprano y entró en la habitación del rubio, viendo que este aún estaba dormido.

Suavemente, se acercó y le quitó el bozal con cuidado para luego guardarlo y marcharse al trabajo, con un aura de tristeza.

Se sentía horrible por lo que había pasado, pero se sintió peor al ver los ojos hinchados del rubio y como soltaba pequeños suspiritos dolidos mientras dormía.

. . .

Tony se encontraba en su laboratorio junto con Bruce mirando unas imágenes en una pantalla bastante concentrados, cuando vieron como Pepper entraba por la puerta con una bolsa de papel en sus manos;

-hola- saludó la chica con una sonrisa, acercándose al genio y dejándole un suave beso en la mejilla

- ¿Qué haces aquí, Peps? - preguntó Tony recibiendo la bolsa con una sonrisa

-vine a dejarte algo para merendar, pero... no sabía que estabas con el doctor Banner

-no te preocupes, Virginia. - contestó el galeno acercándose a la puerta -Yo ya me iba

-oh, no se preocupe, doctor Banner. Yo solo venía a dejarle esto a Tony y a preguntarle si podíamos ir a cenar esta noche

-oh, claro. - respondió el otro tomando delicadamente el brazo de la mujer y viendo el vendaje que esta traía - ¿Como te sientes? ¿Aun te duele mucho? – preguntó apenado cuando la otra negó suavemente

-ya no me duele, solo tengo una pequeña marca y Stephen dice que al parecer tu perro no tenía nada. Así que tampoco tengo infección en la herida

-Steve es un hibrido, Pepper. No es un perro

-viste la manera en la que me atacó ese animal, Tony. No le veo diferencia

-él no es así, no entiendo que pasó. – guardó silencio por un momento y miró a los ojos azules de la otra -Peps, ¿estas segura que no le dijiste nada grosero? ¿no le lastimaste su colita sin querer? ¿Estas segura que no paso nada?

Mi bello hibridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora