Un día nada mas

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Un mes más había pasado desde el incidente y las cosas entre hibrido e ingeniero habían vuelto a la normalidad. Tony no había vuelto a llevar a Virginia a su departamento y cuando salían a comer o tenían citas, volvía a casa temprano y siempre avisándole al rubio para que no se asustara.

Ese día, Steve se encontraba algo inquieto y por esa razón, se dedicó a buscar a Tony por toda la casa mientras que llevaba consigo una bolsa con galletas que quería compartir;

-Tony... - soltaba Steve caminando y buscando al otro alrededor de las habitaciones - ¿Tony? – preguntó asomándose a la habitación de este, viendo como el otro metía varias prendas de ropa y cosas dentro de una maleta que estaba sobre su cama - ¿Qué haces?

-alisto está maleta porque tengo un pequeño viaje el día de hoy- contestó el otro guardando unas cuantas playeras en su valija

- ¿saldremos de viaje? - soltó el rubio emocionado y moviendo su larga cola de un lado a otro -Iré a hacer mi maleta también... y guardar mi pelota y... nunca e ido de viaje, ¿es divertido?

-espera, - le detuvo el moreno -no... iremos. Iré yo solo- soltó algo fuerte, haciendo que por un momento negara con la cabeza y viera como el rubio le miró triste mientras bajaba sus orejitas -Es... algo de trabajo ¿ok? - el rubio lo vio algo decaído -Yo... ¿Te puedes quedar solo hasta mañana?

- ¿me dejaras hasta mañana? - preguntó el híbrido algo asustado

-te prometo que volveré mañana temprano, ¿sí? Prométeme que te portaras bien

-Lo haré, Tony- sonrió Steve ante el toque en su cabeza por parte del otro

-te traeré un recuerdo

-sí, pero... estarás mañana, ¿verdad? No dejaras a Steve solo mañana, ¿verdad?

-por supuesto. - Tony sonrió y acarició de nuevo la cabeza y las orejitas del otro - Nos veremos mañana, cierra bien las puertas ¿sí? Y si algo pasa llama a Loki o a Bucky

-esta... bien- ambos caminaron hasta la puerta y el rubio abrazó al otro por la espalda, era raro que demostrará cariño así, pero Tony sonrió al ver que ya se estaba soltando más

-nos vemos mañana en la noche- terminó besando la frente del hibrido, para luego salir del lugar dejando a Steve con una sonrisa triste, odiaba estar solo y en los últimos días, sentía que alguien lo observaba, pero no había querido decir nada.

Por otro lado, en la azotea frente al edificio de apartamentos en el que se encontraba en ese momento el rubio sacando algo del refrigerador, un hombre de cabello negro vigilaba cada movimiento de este mientras que escuchaba una voz por el auricular que traía puesto;

- ¿ya está solo? - decía la voz algo inquieta

-sí, el humano ya abandonó el edificio. - contestó el hombre de pelo negro -Solo dime una cosa, Jane... ¿Por qué este hibrido tan... tonto, es tan importante?

-no hagas esas preguntas y simplemente cumple con tu trabajado, Castle. Para eso se te está pagando semejante suma de dinero- el hombre suspiró

-bien. - bufó - ¿Quieren que lo atrape ahora?

-no, debemos tener también a los otros dos. Así que, por el momento, solo tendremos vigilancia

-bien

-si pasa alguna novedad, llámame

-lo tengo. Nos vemos, nena

-nos vemos, Frank- el hombre suspiró una vez más y continúo mirando ahora al hibrido que estaba en la terraza mirado hacia el cielo

-quisiera saber... Por qué eres tan importante para ese monstruo.

Mi bello hibridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora