Un poco de compañía

58 7 1
                                    

Gato, sentado en el estacionamiento del complejo de apartamentos, estaba junto a Cloudy tomando unos jugos y refrescos, comiendo hamburguesas, algunas papas fritas y espagueti que se habían ido a comprar ella, Gato y Samara hace unos instantes en un McDingos y un restaurante de comida Italiana cercanos. Samara no se encontraba con ellos en este momento ya que, tras haber tomado mucho refresco, tenía ganas de ir al baño, por lo que subió al departamento a hacer sus necesidades. Por el momento los dos jóvenes sentados fuera del departamento seguían observando el horizonte mientras conversaban, dándole de vez en cuando mordiscos a su comida.

-… en ese momento no sabía qué hacer, era Halloween y me gusta andar haciendo bromitas por aquí y por allá, así que decidí fingir que me había cortado un dedo. Samara literalmente se espantó horrible cuando me vio con la ketchup y esa zanahoria que encontré en el refrigerador, pero rápido se dio cuenta de que era una broma de Halloween así que trató de pegarme la zanahoria a la mano con “Rola Loka” para enseñarme a no asustarla así.- Cloudy soltó una carcajada mientras contaba una de sus muchas anécdotas que tenía de ella y su hermana.

-Eso pasa cuando tratas de hacer que le dé un paro cardiaco, no vez que la pobre ya está llena de problemas y tú la asustas.- El joven de pelaje azabache comió alegremente espagueti de su plato que seguía tibio, a la temperatura correcta.

Cloudy rio levemente. -Ya wey, ni que fuera para tanto, ya se hubiera muerto desde hace tiempo si así fuera.- Respondió la joven Cavalier mientras se reía de la situación.

El chico le dio un mordisco más a su espagueti antes de responder. -Keep going those little puns and that “cabrona” is going to make you pay all of those funny and charismatic jokes. (Sigue con eso y esa cabrona te va a hacer pagar por todas esas divertidas y muy carismáticas bromas.)- De nuevo, el chico le advertía a Cloudy entre carcajadas que cosas malas podrían pasar si seguía fastidiando a su hermana.

-Ella tiene que aprender que, como hermana mayor…- Cloudy iba a decir algo, pero fue interrumpida.

-Solo eres como 2 o 3 meses mayor que ella.- Añadió Gato interrumpiendo a Cloudy y su fanfarronería.

-Como dije, ella tiene que aprender que, como hermana mayor, estoy en toda mi autoridad de hacerle bromas que le puedan darle un posible ataque cardiaco, ya sabía las consecuencias de tenerme como hermana, ahora se atiende a ellas.- Cloudy le tomó un sorbo a su refresco, más sin embargo casi se ahoga porque estaba comiendo y bebiendo muy a prisa.

Gato soltó una gran carcajada al ver a Cloudy escupir su bebida a la par que él dejaba sus cosas a un lado para poder ayudarla. La joven Cavalier respiró hondo, inconscientemente la joven respiró  y bebió su refresco al mismo tiempo, se había quedado sin aire tras haber hecho el comentario anterior por lo que término con el refresco tapándole las vías respiratorias. Tratando de ayudarla el chico le dio palmadas en la espalda, no vaya a ser que también se le haya quedado con un pedazo de hamburguesa en la garganta y se vaya a terminar asfixiando por ello.

-¿Estás bien?- Preguntó el joven afelpado mientras trataba de apoyar a su amiga, no obstante, dentro de él resonaban carcajadas que muy apenas lograba silenciar.

-Si… todo bien.- Dijo Cloudy al recuperar el aliento, a la par que comía una papa. -Como me encantan las papas del McDingos.-

-You son of a… (Ay, hija de…)-El chico susurró mientras ayudaba a Cloudy a sentirse mejor.

Gato soltó una pequeña risa a al mismo tiempo que se tranquilizaba al ver que su amiga se recuperaba rápidamente pues, por ahora, ya estaba respirando. Cloudy se rio de su desgracia al rememorar lo que pasó creyó ciertamente cómica la situación con todo y el hecho de que casi se moría, al final, ya era adepta a reírse de sí misma y, aunque la vergüenza siempre le ganaba al estar con desconocidos y esta era la primera vez que conocía a el Gato, ya lo consideraba un amigo tras todas esas curiosidades que le contaba su hermana sobre su querido compañero australiano. El chico notó que Samara se estaba tardando un poco, no le dio mayor importancia al ser totalmente normal que tardara en salir del apartamento, bajar las escaleras y demás, aunque tampoco descartaba que estuviera distraía haciendo cualquier otra cosa. No obstante, toda esta preocupación era un remanente de todo lo que había escuchado que vivían Cloudy y Samara en el país de donde provenían.

Samara y Cloudy: Un fanfic de BlueyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora