Samara y Cloudy: Un fanfic de Bluey

Limitantes

-Excuse me! (¡Con permiso!)- Gritó Cloudy mientras corría por la acera, atravesando a unos cuantos transeúntes que se le quedaban viendo algo confusos por su actitud. La joven se agarraba el estómago al sentir retortijones mientras corría, pero ya no había marcha atrás y detenerse no era una opción

No muy lejos le perseguía Samara, que tenía una mirada ardiente, aunque reflejando una sonrisa juguetona, como si todo lo que estuviera pasando fuera solo un juego. Cloudy llevaba consigo la carga de haber cometido un crimen bastante obsceno, y Samara le haría pagar las consecuencias de sus terribles actos dándole uno de los peores castigos que se pueden recibir en la tierra. Sin embargo, aún era pronto para descubrir cual era aquella represalia, y a Samara le gustaba jugar un poco con sus presas.

-¡Te dije que lo sentía Sam!- La joven Cavalier corría tanto como sus piernas le permitían a la par que miraba atrás extrañamente alegre de ver que su hermana la estaba siguiendo.

Samara se indignó ante aquella declaración. -¡Puedo perdonar que me quieras obligar a hacer más ejercicio, pero jamás voy a perdonar que te hayas comido mis Nuggets del McDingo´s!- Respondió Samara dando agravantes declaraciones sobre el crimen cometido, decepcionada de aquella a la que llamaba su “Sister del alma”, más no pudo evitar soltar una leve risa mientras perseguía a Cloudy entre la poca transitada banqueta.

Cloudy recobraba su compostura tras sentir como el dolor se apaciguaba de poco en poco a la par que se acostumbraba a correr con la incomodidad que le daba el retortijón -¡El doctor dijo que tienes que hacer ejercicio o te vas a morir por no hacer actividad física!- Exclamó a duras penas por el cansancio mientras volvía a ver frente suyo para evitar posibles obstáculos.

-¡Ejercicio mis polainas!- Contratacó Samara tras escuchar las declaraciones de su hermana. -¡Me vas a matar tu por hacerme perseguirte por todo este lugar!- Samara evadió a los transeúntes que Cloudy había evitado, denotando cierta agilidad para evitar las adversidades, a pesar de andarse muriendo porque su corazón ya andaba al límite de sus capacidades. -¡Párate de una vez para darte tus palmaditas e irnos a casa!- Argumentó a duras penas por su falta de aliento, buscando terminar con esta persecución de una manera que ella consideraba “pacífica”.

-¡Ni de chiste, chamaca loca!- Avivando más la llama, Cloudy se rio del comentario burlón que hizo de su hermana. Pasando por el frente de una parada de autobús, una anciana observaba como las dos chicas corrían con una sonrisa en el rostro. La señora no entendió ni una sola palabra de lo que dijo Cloudy, pero le pareció chistoso ver como se peleaba con la chica que venía tras suya.

Samara soltó una genuina carcajada al escuchar ese comentario. Lo que empezó como un juego ahora se convertiría en una verdadera persecución que determinará el futuro de la vida de Cloudy. -¡Vas a ver, chamaca miada!- Samara no dejaría que Cloudy se escapara de ninguna forma. Sin embargo, bajó la velocidad al sentir que su corazón estaba a punto de estallar.

El capitulo de hoy es: Hermanas.

Cloudy estaba siguiendo un camino que había prescrito con el fin de que ella y Samara salieran a caminar un rato y de paso conocer un poco mejor la ciudad de Brisbane. Por desgracia el plan no había salido como ella esperaba, pues su hermana se negaba a seguir la rutina de ejercicio que le había impuesto, complicando mucho el que Cloudy pudiera cumplir con un régimen que se habían impuesto en base a las recomendaciones de una doctora. Sin embargo, el día de hoy tuvo una brillante idea, o lo que parecía como una brillante idea: aprovechando el gusto que tenía su hermana por la comida rápida, le pidió una orden para comer en casa, y tras darle un poco le terminó robando uno de sus más grandes tesoros: Unos Nuggets del McDingo´s. El plan había funcionado bien, demasiado bien. Pero en vez de salir a caminar sin mucha presión, terminó huyendo de una Samara que tenía sed de venganza tras perder sus sagrados alimentos. Cloudy se detuvo a observar sus alrededores entre una intersección, simplemente por pura curiosidad, con el puro afán de turistear un poco en este lugar tan tranquilo. Sin mucho que ver, sacó su celular para revisar el camino que había trazado. Afortunadamente la señal era bastante buena, por lo que automáticamente el celular le mostró su posición en tiempo real. La joven Cavalier no lograba divisar a Samara por más que lo intentaba, y preocupada por su hermana le mandó unos cuantos mensajes para ver cuál era su estado y si es que necesitaba ayuda para continuar.