SI LOS FINALES FELICES EXISTIERAN ©

07| YA LO VEÍA VENIR

Ya no me llames, lo nuestro se acabo.
-Ya lo veía venir, Moderatto.

07|

Cuando las noticias sobre el Covid-19 iniciaron me preocupe, pero no les di mucha importancia después. Creí que sería una simple enfermedad más en el mundo que tendría una vacuna en unos cuantos meses. Me equivoqué, como siempre.

El Covid-19 fue declarado como pandemia y entonces fui consciente del aumento de las cifras de contagios y muertes derivadas de esta enfermedad. Los noticieros no cubrían otro suceso más que no fuera el Covid. Admito que la ansiedad se hacía presente gracias a aquello, y que me daba cierto miedo encender la TV y ver las noticias.

Había iniciado la suspensión de clases para todas las escuelas. ¿Qué se suponía qué haría? Si al único lugar al que salía era a la escuela. No lo sé. Tal vez ahora sí me ponga a hacer ejercicio o algo parecido. No, no creo que eso suceda. Además, se supone que solo serán unos días.

Varios de esos días que solo había utilizado para la pereza, para ver videos y hablar por textos. Ah, claro, y para mis trabajos finales que, según estaba marcado, debía entregar en unas semanas. No es que me preocuparan tanto pues ya los tenía casi terminados.

Por la mañana me traslade a casa se mi madrina para ayudarle con unas cosas. Anoche había estado hablando con Derek, no es sorpresa. No hicimos la llamada habitual pero sí que intercambiamos muchos mensajes de texto durante buena parte de la noche. Y, como ya se había hecho costumbre, le pedí que me contara una historia antes de dormir. Era su turno.

Esperaba cualquier cosa o invento suyo, lo único que no esperaba es que me contara la historia de dos amigos, iniciando desde la perspectiva del chico, una historia que conocía bien, al menos desde la versión de ella.

"No es que al chico la escuela le fascinara, pero debía ir. Él prefería pasar un buen rato y divertirse, e ir al colegio no figuraba entre su concepto de diversión pero eso a su padre no le importaba. ¿A qué padre le importaría si su hijo quiere ir o no al colegio?

Y justamente en aquel lugar, fue donde la conoció a ella.

No le llamo la atención de inmediato, de hecho ni siquiera le hablo durante mucho tiempo. Hasta que comenzó a salir con una prima suya y ella, siendo una chismosa, quiso saber si es que en verdad eran pareja porque entonces lo podría llamar primo.

Él se porto receloso al respecto y, no se cómo paso o en qué momento eso cambio, que, después de resistirse tanto a la chica, terminaron siendo amigos.

Pero había algo que no pertenecía del todo a esa amistad, cierta atracción hacia la chica que se le hizo evidente tiempo después."

¿Y luego? Había sido el texto que le envié de inmediato cuando no siguió escribiendo. Su única respuesta fue que lo terminaría después y me envió a dormir. Dejándome con la duda impresa de como es que terminaría esa historia, aunque ya supiera de que se trataba, aún así no podía hacerme una idea del final.

Enviando esa vocecita que me exigía enviarle un texto a Derek para obligarlo a contarme lo siguiente en su cuento hasta el fondo de mi cabeza fue que llegue con mi madrina.

Durante todo el día fue algo ligero, me quedé sola en su casa ayudándole y hablando con Steven por textos, se suponía que a esta hora debía estar trabajando pero lo único que hacía era pasársela con el móvil. Llevábamos días con todo funcionando bien, y por bien me refiero a sin ninguna pelea estúpida de por medio. Lo que me recuerda a que no lo he visto desde hace días y no creo verlo ahora que no iré a la escuela. Tampoco es como si me emocionara verlo, las primeras veces sí, sentía una emoción y nervios cada que sabía que lo vería pero después comenzó a darme igual. No me importaba si lo veía o si pasaba días sin hablar con él. No me importaba mantener a flote nuestra relación porque él no me importaba de esa manera... y ya ni siquiera como un amigo.

Tal vez fue ese pensamiento, o tal vez fue la combinación de todo lo que no sentía por él, que cuando recibí su mensaje, lo único que escribí fue: no quiero seguir con esto, lo siento.

No hubo arrepentimiento después de presionar enviar, no hubo dolor o tristeza por darle un fin a lo nuestro, no hubo nada. A excepción de lo ruin que me sentía al terminarlo por un texto, eso es lo más cobarde que alguien puede hacer. Pero tampoco es como si pudieran esperar menos de alguien que se la ha pasado su vida entera siendo una cobarde.

Había querido esperar a que él le pusiera un fin a esto, pero cada día sentía que lo único que quería decirle era que debíamos terminar. Así, sin más.

Steven:
¿De qué hablas?

Dude un momento en responder o no, en explicar mis razones para terminar. Y es que no quería hacerlo porque se que soy débil para muchas cosas y que si él me pudiera intentarlo un poco más, si él insistiera, yo terminaría por ceder. Y no quiero ceder ante algo que está estancado en el fondo del pozo y que no podrá salir de allí.

Ya lo había dicho, no estaba dispuesta a intentarlo.

Aryl:
Estoy terminando contigo.

Steven:
¿Qué? Pero si estábamos bien. Podemos intentarlo, Aryl.

Ok, esto sería duro y tal vez un poco cruel para con él, pero no había más opciones.

Aryl:
Es que no quiero intentarlo.
Se acabó.

Creí que con eso él se daría por vencido, pero no fue así.

Steven:
No quiero terminar, podemos empezar de nuevo o lo que sea. Una vez más.
No se puede terminar así.

No le respondí, su siguiente mensaje llegó e, inevitablemente y en mi gesto dramático del día, una lágrima se escapó de mis ojos. Me sentía estúpida al querer llorar por terminarlo cuando se perfectamente que no siento más nada por él.

Por favor.
No dejes que lo nuestro termine.
Te amo.

Me limpie las siguientes lágrimas con la palma de mi mano y escribí una respuesta rápidamente.

Aryl:
Se acabó, Steven.
Adiós.

Y a pesar de que sus mensajes siguieron llegando no los abrí más. Esperaba que de es manera entendiera que esto realmente había terminado aquí.

Las pocas lágrimas que se me habían escapado momentos atrás fueron sustituidas por una pequeña sonrisa.

Se sentía bien decirle adiós a algo que no debió empezar en primer lugar.
Me sentí bien conmigo misma por ser, por primera vez, la que deja ir a alguien que no la hace feliz.

Sí, puede que lastimara a Steven en el proceso pero no podemos evitar dañar a nadie, es casi una ley inevitable de la vida. Y de todas formas, no me arrepiento de nada.