¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ᐤ͌ 𝖬𝖺𝗋𝗄 𝖫𝖾𝖾 ⤐̻ 마크 리
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sus manos en mi cintura, mis brazos rodeando su cuello, las miradas cruzadas sin la intención de separarse, la música sonando a la lejanía.
No hacen falta palabras y ambos lo sabemos, no es necesario nada más que nosotros, las caderas moviéndose lentamente, mientras puedo ver el universo entero en sus ojos.
Nunca se lo mencione, pero son mis favoritos, tan expresivos mostrándome sus sentimientos y todo lo que estaba dispuesto a dar por esto.
Se acerca el final de la melodía y a medida que eso ocurre su nariz golpea la mía, estoy nerviosa, las manos me sudan, pero no quiero que lo note.
Un mechón de cabello de mi complice se entromete entre nuestras narices, me hace cosquillas y hago todo lo posible por no estornudar, no quiero ser anticlimática, no quisiera romper el momento.
Cierro un poco los ojos, para evitar pensar en el cosquilleo y lo que escucho es su risa, se acaba de dar cuenta y me quiero morir, la vergüenza me sube hasta la cabeza, me siento mareada y solo tome una copa.
Nuestros cuerpos no dejan de balancearse, ahora que un nuevo instrumental ha comenzado, abro los ojos cuando me siento capaz de mirarlo, ahora que mi sonrojo se ha ido.
No puedo creer lo perfecto que se ve, incluso me pregunto si es real, me sonríe y si no me tuviera sostenida juro que habría caído a sus pies.
Unos segundos pasan, puedo verlo a los ojos con más seguridad, he aprovechado eso para tomar la iniciativa, uno nuestras frentes y cierro los ojos, me muero por besarle. Y es lo que voy a hacer.
Jalo del dobladillo de su camisa, elevo un poco mi altura poniéndome de puntitas y le doy un pequeño roce a esa roja cereza.
Parece estar igual de desesperado que yo, pero quiero que este momento sea especial, me tomo mi tiempo para abrir mis labios considerablemente y unirlos con los suyos, en un suave pico.
Me separó y estoy saboreando su bálsamo, sabe a sandía, lo cual no me sorprende. Mis labios regresan a él deseosos de probar más, mi lengua pasa por el borde de manera tímida.
No soy experta en esto, pero trato de descifrar el momento exacto para hacer mis movimientos, pero sin esperarlo, él ataca.
Es una guerra y no piensa perder, mete sus labios en los míos de una manera que a mi parecer es experta y me lleva de la mano, me guía, nuestras cabezas se mueven al compás de nuestros labios.
Me empieza a faltar el aire, pero no me quiero alejar, no ahora que lo estoy disfrutando tanto, lo quiero todo con él, ahora lo sé.
Pero es inevitable, nuestro labios se separan, pero nosotros estamos más unidos que nunca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.