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᳟𝖫𝖾𝖾 𝖣𝗈𝗇𝗀 𝖧𝗒𝗎𝖼𝗄 ⬥ 이동혁
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Saliste de tu apartamento, separando unos cuantos cabellos rebeldes que jugaban en tu rostro. Un papel volo a prisa a tus pies, agachaste tu cuerpo y lo tomaste con curiosidad, pequeños trazos de un bello paisaje estaban plasmados, los tonos bajos del color, te hicieron deducir que los colores eran de mala calidad, no era más hermoso que hayas visto, pero se veía el empeño y dedicación que habían puesto en el.
"¿Podría devolverme mi dibujo, por favor?". Pregunto una niña pequeña, exalando el aire fuertemente, parece que había estado persigiendo al dibujo caprichudo. "Claro, toma". Extendiste tu mano, entregandole el trozo de hoja, mal cortado. "Gracias, señora". Gritó, dando brinquitos hasta desaparecer, inevitablemente abriste tu bolso, buscando a prisa un espejo, entre todos los papeles a pagar, estaba uno, algo sucio, pero ayudaría.
Tu reflejo pronto estuvo ahí y tocaste tu rostro, no, no había arrugas aún, entonces ¿por qué te dijo señora? Ah ¿alguna cana? Revisaste los mechones de tu pelo, tratando de encontrar alguna, pero nada.
"Hola bebé". Una voz te trajo de vuelta a la realidad, tu novio Haechan, estaba ahí parado, con un ramo de girasoles. "¿O debería llamarte señora?". Río, curvando su espalda, sabías que solo era por molestar, pero no te gustaba que te recordaran lo mayor que eras. Tenías veinticinco, pero vamos, nunca pensaste llegar a esa edad. "Basta mocoso, no es gracioso". Alegaste, regresando el espejo a tu bolso.
"No lo niegues, ya hablas igualito que mi mamá, señora". Cerraste los ojos, contando hasta diez, mientras escuchabas su ruidosa risa. "Nena, sabes que es broma". Susurro, entregando en tus manos el obsequio, y aunque quisieras estár molesta, ese detalle hacia que tus dientes salieran a la luz. "¿Cómo amaneciste, princesa? Yo bien, pensando en ti, como siempre". Dijo, alargando su dedo, para pinchar suavemente tu nariz y acercar sus labios a los tuyos, dando un piquito.
Abriste la boca, para preguntar la razón de sus palabras cursis, no es que te molestará, pero no solía ser tan hablador, él prefería demostrate su amor, con acciones, bueno él siempre decía eso. Pero te interrumpio, jalandote del brazo para avanzar. "Hoy iremos al café y de ahí acurrucarnos a mi cama, ¿te parece?". Comento emocionado, entrelazando sus dedos en el camino, asentiste regalandole una sonrisa.
Siempre fue cálido estar a su lado, para algunos podría ser un momento simple, pero para ti, era uno especial, uno que se iba a quedar en tu memoria por siempre, todos los momentos al lado de Haechan, son especiales. Ver sus mejillas moverse al compás de su risa, sus ojos desaparecer ante la acción, sentías un revoltijo en la panza.
La primera vez que sucedió, creíste que era alguna enfermedad estómacal, fuiste con una bruja, ya que la medicina para el dolor no funcionaba, se burlo de ti y te echo, es amor, gritó mientras se reía a carcajadas.
¿Amor? Bueno, ahora sabes lo que es, al lado de Haechan, todo tiene sentido, todas las preguntas tienen respuestas y todo a tu alrededor está completo, Haechan era la pieza de tu rompecabezas, que faltaba.
"Vamos, no te quedes parada". Le sonreíste viendo su hermoso rostro canela, sí, Haechan era todo lo que te faltaba, todo lo que necesitabas. "...señora". Y con esa última palabra se echo a correr.
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