La soledad se apodera de mi ser, Desde que te fuiste, Ignacio, mi amigo, El vacío que dejaste es tan grande, Que la soledad me envuelve día tras día.
La tristeza es mi compañera constante, Desde que ya no hablas conmigo, Y aunque intento llenar el vacío, La soledad siempre me encuentra sola.
Echo de menos tus risas y tus bromas, Tu presencia en mi vida era tan importante, Y ahora la soledad es mi única amiga, La que me acompaña en mis noches en vela.
Pero aunque la soledad me abruma, Sigo adelante con coraje y fuerza, Buscando la felicidad en mi interior, Y en el apoyo de aquellos que me aman.
La soledad puede ser aterradora, Pero también nos enseña a ser fuertes, A encontrar nuestra propia luz en la oscuridad, Y a valorar cada pequeña luz que nos alumbra.
Así que aunque la soledad me rodee, Sigo adelante con el corazón en la mano, Buscando un nuevo camino que seguir, Y sanando las heridas del pasado.
Ignacio, sé que te fuiste por una razón, Y aunque la soledad me duele sin cesar, Sé que hay un futuro lleno de oportunidades, Y que siempre habrá alguien para amar.
Así que aunque la soledad sea mi compañera, Sigo luchando con fuerza y coraje, Buscando la felicidad en mi camino, Y en las bendiciones que la vida me ofrece.
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Para Ignacio
Thơ caDespués de lo que pasé con Ignacio, solo escribir me salvaba de no ahogarme en mi propio mar de lágrimas, le he escrito canciones, poemas, historias y todo eran reproches, porque al fin y al cabo nunca obtuve respuesta alguna por su parte. Pero buen...