Querido Ignacio

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¿Cómo te va? ¿Todo bien? Ójala yo poder decir lo mismo.

Es difícil para mí escribir esta carta, pero siento que es necesario expresar lo que siento.

Durante nuestra relación, me diste muchas falsas esperanzas y jugaste con mis sentimientos. A veces me hacías sentir como si estuviéramos en una relación seria, y otras veces te alejabas sin explicación, dejándome confundida y herida. Me aferré a la esperanza de que algún día cambiarías y que nuestra relación se consolidaría, pero eso nunca sucedió.

Aunque me causaste dolor y confusión, no te guardo rencor. En cambio, te agradezco por enseñarme lecciones valiosas sobre lo que merezco en una relación. He aprendido que no debo conformarme con alguien que me trata mal o que solo está interesado en mí por lo que puedo hacer por él.

Te deseo lo mejor en la vida y espero que también hayas aprendido algo de nuestra relación. Espero que puedas encontrar la felicidad y la satisfacción que estás buscando.

Atentamente,
Amanda

Para IgnacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora