True Love Romance Show // Hwang Hyunjin

愛|04

Nada. Absolutamente nada. No ha dado resultado en ninguno de los dos durante dos días.

La ansiedad de ambos adultos, personal de la empresa, se ve en aumento que ya no saben ni qué hacer. Chan ha estado yendo a cada rato a hablarle -mejor dicho, rogarle- a Hyunjin en que acepte.

Pintándole pajaritos y rosas en sus palabras como: le ayudará a obtener más fama. Siendo respondida por un: no me es necesario, de su parte. O, darás a conocer fácilmente tu trabajo, siendo ésto respondido con: puedo hacerlo solo.

No creyó que fuera tan difícil de convencerlo. Recuerda exactamente la carcajada que soltó cuando le comentó sobre el reality y la condición de firmar como novio falso. Se sintió casi humillado, pero lo necesitaba sí o sí y, por ello, prefería acabar con su dignidad y rogarle a que aceptara.

Lo mismo pasaba con Sahra, Jaehyun se mantenía firme en su decisión que la desesperaba al no obtener ningún resultado. Y, de paso, sabía que Jae lo hace también solo para molestarla y burlarse de ver cómo ruega.

Suspira fuerte, decidiendo obtener una personalidad brusca y hacer que firme sí o sí. Necesitaba un plan.

Con el paso del día, entre sus labores a ambos mayores le llegaron una idea, para Chan parecía lo más humillante del mundo y para Sahra, la más maldadosa y divertida. Mañana tendrán que treaerlos a la oficina y hacer que firmen el contrato, tanto para el reality como el del noviazgo falso.

-Salgamos a las cinco -el CEO le habla a su secretaria. Ella asiente, estando de acuerdo.

La hora acordada llegó. Christopher se dirigió a su casa a recoger un par de ropa, mantas y una almohada. Suspiró indignado por su propia decisión. ¿Quién creería que aquel hombre elegante tomaría tales determinaciones?

-Señor... -Jeongin le habló, siendo mínimamente ignorado por él, no obstante, hizo un leve movimiento de cabeza como saludo, pues se sintió mal de pasar de él. Se dirigió con firmeza al estudio del dueño del local artístico; entró sin llamar.

Hyunjin estaba frente a él, pintando algo en un lienzo. Giró su cabeza al escuchar pasos y cómo alguien se sentaba en el sofá que había allí; encontrándose a Chan con mantas y almohadas en la mano. Alzó una ceja, cuestionándolo.

-¿Te quedarás a dormir aquí? -pregunta, suspirando con pesadez. Ya tanta insistidera de su parte lo tenía cansado. Ayer todo el santo día no lo dejó en paz y hoy, no será un excepción. Incluso, se quedará en la noche.

-Sí. Me iré cuando hayas aceptado el trato.

Hyunjin no haya qué decir. Solo se aprieta el puente de la nariz, meditando sobre el día que insultó sin pensarlo a los hijos gatunos de Lee Minho.

Mientras que trataba de ignorarlo -cosa que no era posible por el ruido y decenas de sonidos que hacía-, seguía con su trabajo. Pero nada le salía, no cuando Chan fue el responsable de perturbarle su lugar de trabajo e invadirle con dormir en él.

-¿Puedes callarte?

-Solo si firmas el contrato.

Eso lo exasperó. Dejó los pinceles en la barra del trípode, girándose de lleno hacia la dirección donde se encontraba aquel hombre bajo con un cuerpo trabajado, acostado de lado a lado en el sofá.

-¿Por qué yo?

-Ya te lo dije, Minho me lo recomendó. Además, eres perfecto para el papel.

-¿Por qué no buscas a otro?

-No hay tiempo.

-¿Cuánto le falta? -pregunta, cruzándose de brazos y alzando una ceja.

-Mañana. Tienes que firmar el contrato mañana.