True Love Romance Show // Hwang Hyunjin

愛|01

El fresco aire de primavera pasaba, refrescando un poco a las personas quienes lo recibían con gusto. Y una de ellas, Jaehyun; quien se encontraba sentada bajo la sombra de un árbol, frente a la gran empresa de sonido Being Cy.

Sumida en sus pensamientos, acompañados con la suave melodía que sonaba en sus oídos cuando un grito la interrumpió de su ensoñación, molestándola. Abrió sus ojos, suspirando con irritación al ver a la responsable. Se quitó los audifonos.

—¡Jaehyun-ha! —vociferó su amiga, acortando la distancia. Frunció el ceño al ver como tenía una sonrisa de oreja a oreja plantada en su cara. Supo, en ese momento, que algo importante le iba a decir; pues, conociendo a su mejor amiga, unos años mayor que ella, sabe que al tener esa sonrisa y dirigirse hacia sí, es porque algo le tiene que contar. Y la probabilidad de que le guste o no es de un cincuenta cincuenta.

—Ve directo al grano, Sahra —se cruzó de brazos, viendo divertida a la mayor. 

La contraria bufó, pues aquella chica menor que ella siempre la llamaba sin honoríficos, tuteandola todo el tiempo.

—Siempre quieres ir al grano —dice, haciendo un mohín en sus adorados labios—. Bueno... es que... Chan y yo tenemos una gran noticia para ti —habla, volviendo a ensanchar aquella sonrisa. La menor alza una ceja, cuestionándola a que siga hablando—. Vine fue a llevarte, hija. No a contarte qué es. 

Jaehyun bufa, levatándose del césped— Espero que sea bueno. 

—Oh, sí, claro que lo es.

Ambas mujeres se dirigieron a la entrada de la empresa. Sahra se encontraba un poco nerviosa, pues se imaginaba una reacción negativa de su amiga que tiene al lado; la noticia es algo... ventajosa pero también tiene ese toque que sabe que no le va a gustar. Por el otro lado, Jaehyun se hacía mil y un vueltas sobre qué cosa le van a contar que es tan importante. 

Al llegar al piso donde se encontraba la oficina del CEO; ambas entraron.

—¡Chris! —vociferó la menor, llamando definitivamente la atención del hombre. Él suspira con pesadez, agotado de que le llame así cuando claramente le había inculcado que lo llamase por el apodo que se autoproclamó para quienes son de confianza. A parte de ello, ni siquiera usó honoríficos. Jaehyun le encanta romperlas, es muy claro.

Se sentó frente al sofá que hay en la habitación, a la espera en que los dos adultos se acercaran allí y tomaran asiento. No tardaron en hacerlo.

—¿Qué es lo importante que me tienen que decir? —preguntó, saltando los enredos y llegar rápido a lo que tenían que decirle. Los mayores intercambiaron una mirada, siendo Chan el responsable de hablar.

—Jaehyun, verás... Hace un par de días recibimos una invitación hacia un programa de televisión —la menor asintió, prestándoles atención —, y, en ello pedía que patrocináramos a alguien que no sea de la empresa y, hemos decido elegirte —Jae subió las cejas, impresionada.

Analizó los rostros de sus amigos y supo, en ese instante que había un mas sin embargo. Suspiró— ¿Pero...?

El extranjero pasa saliva y lame sus labios para hablar— Es un reality de parejas.

Jaehyun miró a los dos antes de soltar una fuerte carcajada, esto sí que fue una broma, una muy graciosa. Estaba a punto de llorar cuando vio que el gesto de ambos adultos no cambiaban, estaban hablando en serio; eso la hizo callar de golpe.

—No están mintiendo, ¿verdad? —tanto jefe como secretaria, negaron. La más pequeña de edad soltó un jadeo, indignada.

—Jae, sé que es algo incrédulo y más cuando se trata de alguien que está soltera.