*Cap 7 Atom*

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__¡BIEN! Lo haré. _gritó la chica decida una tarde.

Golpeé mi cabeza contra la pared de su habitación, me sentía irritado porque en serio ella era estúpida. Un hueso muy difícil de roer.

La chica se levantó de su cama para buscar en su armario alguna ropa cómoda que ponerse. Pero no podía dejar que su grandioso plan, (nótese el sarcasmo), se completara con éxito.
Me metí dentro del armario para bloquear la puerta, Lisa trataba de abrirla, pero le resultaba imposible. Ya había cometido ese error una vez y yo la había salvado, pero no se podía repetir dos veces. No lo iba a permitir.

_Que mierda le sucede a este armario viejo. _gritó la chica frustrada.

_Se va a dar cuenta de que algo no anda bien. _dijo Parca detrás de mí.

_ ¿Qué mierda haces aquí? _pregunté enojado.

_La chica es mía Atom. _me respondió serio.
_Ella morirá y la llevaré al infierno, las personas que se suicidan no pueden entrar al cielo, lo sabes perfectamente.

_Ella no morirá así. _confirmé seguro, sintiendo como Lisa golpeaba fuertemente la puerta.

_Ella es una buena chica y merece el paraíso, no merece ver tu horrendo rostro por el resto de la eternidad.

Dejé de escuchar las quejas de Lisa por no poder abrir la puerta, pero eso no quería decir que había abandonado su estúpida idea.

_Bien, no importa la ropa. _respiró profundo y sonrió sacudiendo sus manos.

_ ¿Lista Lisa? _se preguntó así misma.
_Vamos allá. _dijo por último y salió caminando hacia la terraza.

Miré a Parca aburrido de esta situación y me dio una mirada cansada para que me rindiera, luego de eso desapareció. Estaba enojado, porque Lisa nunca pensaba las cosas, definitivamente iba a acabar conmigo.

Le seguí a regañadientes a la terraza y cuando abrió la puerta su rostro esculpido por dioses se iluminó con el radiante sol de la tarde.

_ ¡Qué día tan genial! _dijo Lisa refiriendo al clima.

Dios

Pensé dándome una palmada en la frente.

Lisa comenzó a caminar hasta los muros y Parca sacó con aires de insuficiencia su Libro de la Muerte y una pluma. Me sentía fastidiado por tener que ver tanto su desagradable apariencia.

Voy a hacer que te arrepientas de mirarme así.

Pensé enojado y caminé hasta Lisa, no sin antes chocar mi hombro contra el hombro de Parca haciendo que se le cayera su maldito libro, y, antes de tener que recogerlo me miró con odio, pero yo solo continué mi camino.

_Waaa _dijo la chica asombrada.
_ ¿En serio pretendía suicidarme aquí? _se preguntó mirando hacia abajo y sintiendo un pequeño mareo.

Me acerqué a ella, tanto que podía sentir su aroma.

_No lo hagas. _le susurré al oído, hice que se sintiera alarmada, pero cuando se giró y no vio a nadie volvió a calmarse.
Apoyó sus manos en el muro y subió lentamente, tambaleándose y abriendo los brazos para conseguir equilibrio.

¡AAAH!

Grité mentalmente. Nada de lo que hacía funcionaba. Me subí en el muro también y seguí susurrando en su oído que no lo hiciera, pero por otro lado estaba Parca, mirándome fijamente, dispuesto a desafiarme.

_Ya ríndete Atom, ella tiene que morir... Hoy _comentó finalmente y se puso del otro lado de Lisa, comenzando ambos una batalla mental para la chica, con el propósito de ganar los dos.

Lisa miró hacia abajo y pensó si sería buena idea hacer tal locura.

_No lo hagas Lisa, solo fue tu imaginación. _susurré yo desesperado, tratando de hacerla entrar en razón.

_Tal vez no debería intentarlo. _dijo la chica a mi lado.

«¿Y qué pasa si sale mal, se acaba todo para mí, y si esa extraña presencia no viene por mí de nuevo?»

Pensó por un momento, pero Parca estaba por el otro lado de su subconsciente deseando que ella muriera.

«No, ya está decidido»

Pensó por último haciéndome perder la cabeza.

_No te alejes de mí. _le dije suplicándole mientras ella cerraba los ojos. Se quedó gélida al escuchar mi voz y aproveché ese momento para lograr que abandonara esa estúpida idea.

_No lo hagas Lisa. _esta vez fue más que una súplica.

Lisa sintió mi voz y se giró quedando de frente a mí, estábamos tan cerca, ella no podía verme, pero si podía sentirme, estaba ahí, a dos centímetros de poder besarla, tuve que aguantarme para no tocarla, era tan hermosa mi estúpida humana.

_Deja de perder el tiempo ya, todo lo que va a pasar con ella está escrito. _me dijo la muerte, cansado de influir en los pensamientos de la humana.
_ ¿O es que acaso piensas romper otra regla? _me preguntó curioso, pero un toque de enojo.

Lo fulminé con la mirada mientras mis ojos azules se formaban de un color oscuro por la ira. Pero la muerte solo se vio complacida por eso.

_Eres un ser despre... _traté de decirle, pero lisa nos interrumpió.

_ ¡Lisa, eres estúpida! _gritó la chica mientras se golpeaba la cabeza con sus manos.
_Mira, que intentar quitarte la vida una vez ya fue suficiente, tienes l oportunidad de vivir y aun así quieres hacerlo de nuevo, tonta, tonta. _se dijo negándose a sí misma.

De verdad no lo vas a hacer

Pensé aliviado y miré a Parca con satisfacción, este apretó tanto su libro que amenazaba con romperlo.

_Nooo. _gritó enojado, puedo decir que, si no fuera la muerte, hubiera tenido un infarto justo en ese momento. _Esa chica ya me pertenece, su alma es mía, ya estaba escrito que muriera hoy, incluso ya tenía excelentes castigos para ella. _escupió en el suelo haciendo que se abriera un pequeño agujero negro
_Nunca, jamás, nadie me había hecho perder tanto el tiempo. _dijo por último y yo me giré y le di la espalda. De todas maneras, ya había logrado lo que me propuse, que mi humana abandonará la estúpida idea de quitarse la vida de nuevo.

Lisa estaba lista para bajarse del muro y en cuanto intentó girarse para hacerlo, la muerte utilizó uno de sus sucios trucos y comenzó a llover tan fuerte, que la chica en frente de mi perdió el equilibrio y calló.

Sentí un fuerte grito y cuando me giré vi una sonrisa en la cara de Parca mientras abría su horrendo libro, no vi a Lisa por ningún lado.

_ ¿Qué fue lo que hiciste? _grité al maldito demonio frente a mí, pero este soltó una sonrisa burlona y desapareció. Juro que quería romperle cada uno de sus huesos, pero ahora mismo tenía asuntos más urgentes que ese.

Ya me ocuparé de ti, estúpido imbécil.

Pensé muy furioso. Luego abrí mis alas y me lancé a salvar a mi humana.

[...]

My Ángel Guardián Donde viven las historias. Descúbrelo ahora