CORONA DE CRISTAL

LA PROPUESTA DEL REY

-Aquí señorita, el rey la esta esperando- dijo uno de los escoltas que se encontraba acompañándome mientras se detenía justo en frente de una puerta, la puerta frente a la que se había detenido era enorme, por lo que se podía apreciar estaba hecha de madera con adornos en dorado, los cuales estaban hechos seguramente de oro, el color madera contrastaba de gran manera ante lo blanco que era el resto del castillo y las decoraciones en color dorado hacia ver que combinara con el castillo

el guardia que me acompañaba espero a que le dieran las instrucciones correspondientes y finalmente después de un par de segundos más esperando la puerta fue abierta facilitando nuestra entrada, al estar dentro de lo que era aquella sala no pude evitar sorprenderme, el interior era bellísimo, a diferencia del concepto tan elegante, minimalista y mágico que llevaba el resto del castillo en esta habitación reinaba mas un estilo gótico, la forma de la habitación era un rectángulo, estaba una pequeña mesa en el centro de la habitación, era una mesa circular algo baja llena de libros junto a un sillón el el cual una cobija de peluche color gris descansaba, siguiendo con el recorrido visual que estaba dando llegue al final del pasillo, en lo mas alejado de la habitación se encontraba un escritorio junto a una gran silla en forma de trono, justo arriba del trono en la pared se encontraba marcado por un cuadrado indicando que antes había una pintura ahí, pero la había sacado o quizás solo había decidido cambiarlo de lugar, lo mas probable es que se tratara de una pintura de el mismo, la mayoría de los reyes lo hacían para mostrar poder a sus invitados, por el diseño que la habitación tenia pude fácilmente distinguir que se trataba del estudio del rey y no de la habitual sala de juntas que los reyes solían utilizar mas que nada para impresionar e impactar a los demás miembros de la realeza 

-fuera- ordeno el rey el cual se encontraba dando la espalda y girado hacia una enorme ventana que el estudio tenia

-¿perdón?- exclame confundida, si él mismo me había invitado e incluso había sido claro con la hora para que me corría ahora, ¿acaso no se encontraba listo o algún problema o contratiempo había surgido de imprevisto?

-¿tengo que repetirlo?, si no son la señorita los quiero fuera- exclamo nuevamente hacia sus guardias

-estaremos afuera por si ocurre algo- exclamo uno  de los guardias mientras me dirigía una seria mirada de desconfianza 

-bueno señor, dígame, ¿cuál es el motivo para que decidiera solicitar esta audiencia?- pregunte intentando acelerar las cosas y llegar realmente al punto de la reunión, no tenia cabeza como para andarme con rodeos en este momento 

-¿usted siempre es así de directa?- pregunto aun sin darse vuelta, hubo algo en su voz que se me hizo conocido, ¿acaso nos habíamos conocido antes?, puede ser que con alguno de los tratados de Astraea con Vanish, se sabe que mi padre siempre estuvo obsesionado con formar una alianza o iniciar una guerra para ganar terreno, sin embargo siempre estuvo consiente del daño que el ejercito que Astraea le pudiera causar, era poderosa, por lo que la victoria no estaba asegurada, esa era la razón por la que nunca se había animado a atacar 

-disculpe, pero acaso nos hemos visto antes- pregunte sin poder detenerme 

-no lo se, usted alguna vez había coincidido con el rey de la nación de Astraea- dijo mientras se giraba para dejar de darme la espalda y fue ahí cuando mi boca se abrió un par de centímetros y mis ojos no podían con la sorpresa 

-tu- fue todo lo que pude decir 

-si- fue su respuesta, no había siquiera un deje de culpa en su voz, solo lo acepto  

-eres un - intente insultarlo -cuidado de como me habla señorita recuerde a quién se esta dirigiendo- me interrumpió dejándome clara su posición 

-me preocupe por ti, creí que algo malo te había pasado por mi culpa- admití dejándole ver su traición