Muerte segura

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—¿Aún no decides? —Caleb estaba parado junto al ventanal cerrado del balcón.

—Déjala que piense con claridad, aún está asimilando las cosas —Kilian estaba sentado junto a mí en un sofá de terciopelo café, enfrente de donde se encontraba Caleb.

—Está bien —respondí—. Sé lo que debo de contestar, lo que quiero responder. Sabemos que no puedo dejar las cosas así nada más, porque —solté una pequeña mueca—, después de todo el mismo Lander lo dijo, las probabilidades aumentan si yo participo en la batalla, incluso si elijo vivir una vida tranquila y plena sería muy poco probable que eso pasara ya que hay una amenaza de Demonios que pronto invadirán la tierra—.

—Supongo que tienes razón —Caleb se estiró y bostezo al mismo tiempo—. Kilian, realmente estoy demasiado cansado, ¿podremos seguir la conversación mañana?, me voy a desmayar en cualquier momento—.

—Está bien Caleb, no tienes por qué sobre esforzarte, recupera tu energía—.

—Bien, supongo que te quedarás con Bryenne un poco más así que me adelanto—.

Caleb abrió el ventanal y saltó por el balcón.

—¿Por qué ninguno de los dos utiliza la puerta como lo haría una persona normal?—.

—Bueno —repuso Kilian—, ninguno de los dos somos "personas normales", y a demás porque a tu anfitrión no le gustaría vernos rondando por aquí, sin contar que esta tarde estuvieron llegando cazadores de Demonios y si ven a un Demonio con su familiar...—suspiró— estoy seguro que primero atacarán y después harán preguntas—.

Algo que ignoraba. Kilian es un Demonio y tal vez Lander tiene cierto desprecio hacia su clase, olvidé preguntarle si estaba al tanto de quién me había ayudado a salir del purgatorio y si podría estar de acuerdo en que Kilian se quedara conmigo, ahora era evidente que mi relación con él figuraba algo más que una simple promesa de protección.

—Por cierto Kilian, olvidé hacerte una pregunta pero, ¿a qué se refería Lander al mencionar la noche de walpurgis?—

Kilian se levantó de su asiento y recorrió un poco la habitación hasta que finalmente se puso frente a mí— es una noche atemorizante para los humanos. Normalmente en esa noche los demonios aprovechan para poseer a las personas y así hacer todo tipo de desastres; es cuando la brecha entre el infierno y este mundo es más delgada y cualquier cosa lo atraviesa, pero, sabiendo lo que está sucediendo y lo que está a punto de suceder, es probable que la próxima noche roja sea la más sangrienta de todos los tiempos—.

Kilian se puso serio, más de lo que normalmente es— debo de aclarar algunas cosas con Caleb, había olvidado por completo la noche roja, lo siento, debo irme—.

Después de horas meditando todo lo transcurrido durante el día, decidí por fin irme a la cama para descansar un poco, mañana sería un día más pesado pues habrá que discutir varios temas a más profundidad.

Escuché el toque de la puerta, me costó un poco recuperar la consciencia pero aún así contesté con dificultad al llamado.

—¿Quién es? —mi tono de voz conservaba aún lo somnolienta que me encontraba.

—Buen día princesa, quisiera decirle que Lander la ha convocado a una junta, la reunión se llevará a cabo en la sala de té, que se encuentra en la planta baja del lado izquierdo de la sala, ahí la estaremos esperando—.

La voz era femenina, era la primera vez que escuchaba a una chica, tal vez haya llegado recién pues Lander con anterioridad convocó a varios miembros de su ejército.

Al llegar al punto de reunión pude ver que la mayoría de aquellos guerreros se encontraban de pie alrededor de la habitación, eran más jóvenes de lo que imaginaba pues no lucían de más de veinte años.

Cuando la luna se tiña de rojo (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora