En un cuarto en donde las paredes estaban cubiertas por estantes llenos de libros, el tapete de color vino que ocultaba aquel suelo de madera, el techo de color blanco con un pequeño calendabro colgando de él, se encontraban dos hombres hablando de aquello de lo que les inquietaba a plena noche, el cuarto en el que estaban era el más seguro para hablar de esas cosas ya que ahí era donde menos se frecuentaba.
En un sofá marrón, justo frente a una chimenea se encontraba sentado Uriah, con los codos estacionados en sus piernas y sus manos entrelazadas, él miraba con seriedad aquel fuego que estaba frente a él mientras hablaba con Lander quien se encontraba de pie evaluando los libros que estaban detrás de aquellas puertas de cristal.
-Es como te digo, la princesa no puede volver a sobre exigirse-.
-Me haz dicho lo que no debe hacer, más no la razón -Lander mantenía una mano sujetando su barbilla.
Uriah suspiró- es difícil decirlo ya que si sigue así... -se levantó de aquel sofá y se acercó a la chimenea-. Puede que pierda la vida-. Dió media cuelta para mirar a Lander directamente a los ojos.
Lander se quedó completamente petrificado, estaba inmóvil y signos de confusión se asomaban en su expresión, mantuvo su mirada perdida por unos instantes y al cabo de estos dio media vuelta apartándose del estante de libros y miró a Uriah quien ahora se encontraba de espalda a la chimenea- ¿Cómo es posible que algo así afecte de esa manera a la princesa? Suena ilógico que hasta estas alturas apenas nos estemos percatando de los efectos que causa utilizar esta magia-.
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Latidos... escucho mis propios latidos, son tan lentos...
Voces.
-¿Crees que tarde en despertar?-
Hay mucho ruido.
Mis latidos se aceleran y poco a poco los sonidos a mi alrededor se hacen mas presentes e intensos en mi consciencia.
-¿Cómo es que no quieres que tarde en despertar?, salvó tu vida y la de más de doscientos hombres-.
Me siento tan cansada, mis párpados me pesan, pero apesar de alcanzar a escuchar lo que hablan a mi alrededor no logro obtener respuesta de mi cuerpo, no me puedo mover.
Con todas mis fuerzas intento mover mi cuerpo, pero está completamente destruido, siento tanto dolor, tanto dolor...
-¿Quieren parar de hacer ruido?, hay alguien aquí que requiere un descanso completo-.
-¿Eh?, pero estamos aquí por...-
Poco a poco las voces empezaron a distorcionarse y luego apareció la nada, oscuridad total. El frio me empieza a invadir y entonces pierdo el sentido del tacto, quiero llorar, pero no me salen las lagrimas, quiero patear pero mis piernas no responden, quiero voltear a ver muchas cosas pero mis ojos no se abren, me siento... muerta.
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-Qué bien que hayas venido lo más pronto posible -. Lander fue quien le abrió la puerta a aquel hombre con ojos violeta-. No sólo te quedes ahí parado, Kilian-.
Kilian un poco dudoso entró a aquella habitación y lo primero que notó de esta fue aquella chimenea en la cual, frente a esta se encontraba sentada una persona poco reconocible pues lo único que podía distinguir era aquel cabello ondulado.
-¿Para qué me has mandado a llamar? -El chico se extrañaba pues le era bastante inusual ser convocado a esas horas de la madrugada a una reunión completamente exclusiva.
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Cuando la luna se tiña de rojo (EDITANDO)
FantasyEl tener un gran poder es un don pero también un peligro... La princesa Bryenne tiene el poder para curar, pero no cualquier herida, específicamente, las que son hechas por demonios. Su extraño poder provoca rumores en el bajo mundo que llegan a oíd...