Después de un accidente en la biblioteca Wei Ying volvió a ser un niño.
Donde todos se enteran de cosas dolorosas de su pasado que nadie sabia, ni siquiera su esposo.
Este es el fic más raro que he hecho, comenzó de una manera y terminó de otra muy extraña y se pone aun mas raro.
Y este no parece ni un final ni un epilogo, parece un oneshop de otra historia que se debería de llamar ''💥Amor entre explosiones💥'' algo así.
¡Como sea! muchísimas gracias por leer toda esta locura.❤❤
Ha sido una montaña rusa de emociones.
-¿Qué es eso? - Lan WangJi preguntó mientras acomodaba el desayuno.
-Mira Lan Zhan este frasco es de color verde. - Lan WangJi miraba con justificada desconfianza el frasco de vidrio gordo con tapa bastante insegura, con una especie de arena dentro de esta de color verde que parecía brillar.
No lo había visto jamás.
-¿De que color era el que quebraron?
-Azul... - Wei WuXian tambaleaba aquel frasco con su mano.
-¿De dónde sacas estas cosas?
-De hecho estaban en mis apuntes, estaban enterrados a las orillas de los túmulos funerarios, son peligrosos que bueno que estaban de una manera que solo yo pudiera entenderlos.
-¿Y ese que hace?
-No tengo idea...
-Entonces deja de jugar con él.
-¡Aiya Lan Zhan! ¡quería darte una grata sorpresa pero las cosas no salieron como lo planeé!
-Lo fue, fue una grata sorpresa. - Lan WangJi le sonrió para sentarse a comer.
-No es justo cuando ni siquiera lo recuerdo... - hizo un puchero, Lan WangJi lo invitó a comer. Pero Wei WuXian aun continuaba con ese frasco que no sabía cuál era su función. Cualquier frasco que hiciera lo que hizo el otro debería de estar confinado.
-Wei Ying deja de... - el frasco finalmente se le resbaló de las manos cayendo exactamente sobre el regazo de Lan WangJi, Wei WuXian pudo respirar aliviado si no fuera porque el frasco se rajó en aquella posición.
Eso fue suficiente para que todo se llenara de humo.
-¡Lan Zhan! - Wei Ying grito disipando el humo con energía espiritual, el frasco estaba en el suelo rajado pero su esposo había desaparecido. - ¡Lan Zhan!
Wei Ying se puso de pie para buscarlo en todas las direcciones, comenzaba a entrar en pánico.
-¡Lan Zhan amor no me hagas esto! - dijo con desesperación hincado en el suelo viendo en todas las direcciones hasta que finalmente lo encontró debajo de la mesa.
Estaba inconsciente y parecía medir 5 centímetros.
Wei Ying lo tomó con delicadeza entre sus manos.
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