Verano eterno 🌤 [Daryl Dixon]

6. Conviviendo con la culpa

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pov: Olive.

Me gusta entrenar en la costa, encima de la arena y con el sol chocando contra mi piel. El maestro Jung nos mandó a buscar nuestro lugar de paz y aquietar la mente, así que aquí estoy...intento hacer mis pensamientos a un lado y concentrarme en mi yo de ahora. 

Pero siento que en este momento no soy capaz de hacerlo, por un lado pienso en la culpa que me atormenta hace días y por el otro en Daryl. Jamás había pensado tanto en él como ahora, y eso que lo conozco hace demasiados años. ¿Qué carajos me hiciste Daryl Dixon?, porque ahora me encuentro parada sobre mis manos y en lo único que pienso es en el brillo de tus ojos. 

— FIRME! 

El grito del maestro Jung me desestabilizó por completo y caí de espaldas a la arena, al menos el golpe me hizo olvidar lo que estaba pensando. Levanté la cabeza y ahí estaba, mirándome con su cara de decepción muy normal en él. 

— eres mejor alumna! y ahora pésimo, mal, asco!

— lo siento maestro - si me dieran dinero por cada vez que pido perdón ya sería toda una maldita Golden - no puedo aquietar mi mente 

— arriba, sígueme Olive - pidió y se puso junto a mí, frente al sol y las olas - manos en mudra de oración - palmas juntas y pegadas al pecho - cierra tus ojos y respira hondo - mi respiración se estabilizó - levanta pierna derecha 

Ahora me encontraba haciendo un cuatro con mi pierna derecha arriba, mi respiración estaba tranquila y mi cuerpo había encontrado un poco de paz, pero aún así no estaba completamente tranquila. Mi mente no dejaba de hablar ni un segundo. 

— ¿Qué escuchas?

— mi cabeza y su voz 

— concéntrate! 

Eso intento, y como si fuera obra del universo, jugando a mi favor por fin, llegó. Comencé a escuchar el viento, el agua y los animales de mi alrededor, me concentré en cada uno de esos sonidos y encontré la paz en ellos. Mi cuerpo logró relajarse y mI cabeza aún más, lo había logrado...

— no sé que pasa en cabeza tuya - habló el maestro - pero eso no debe perturbar al alma! haz una barrera, no entrar nunca 

— es fácil decirlo y difícil hacerlo 

— claro que sí! la vida no es fácil y tú lo sabes bien, ¿Qué está pasando, Olive?