Prólogo

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Ella sabía que era una locura. Que estaba jugando con fuego. Que él no era el tipo de chico con el que se podía tener una relación estable y duradera. Pero no le importaba. Le gustaba pasar un buen rato con él, sentir la adrenalina de sus besos, la pasión de sus caricias, la música de su voz.

Él era Min Yoongi, más conocido como Suga, uno de los raperos más famosos y talentosos de Corea del Sur. Un chico rebelde, carismático y misterioso, que solo salía de noche y que tenía una legión de fans que lo adoraban. Un chico que no se ataba a nadie y que disfrutaba de su libertad y su fama.

Ella era una chica normal, una estudiante universitaria que trabajaba a tiempo parcial en una cafetería. Una chica que soñaba con ser escritora y que amaba la música. Una chica que se había cruzado con él por casualidad y que había caído en su hechizo.

Ella sabía que él solo estaba con ella por una cosa, pero ella también. No esperaba nada más de él, solo diversión y placer. No le importaba lo que dijeran los demás, ni siquiera su madre, que no confiaba en él y que le advertía de los peligros de salir con una estrella del rap.

Ella solo quería vivir el momento, disfrutar de su compañía, de su sonrisa, de sus ojos. Ella solo quería ser suya, aunque fuera por unas horas.

Ella solo quería decir: Oh, dios mío.

Oh Dios Mío;MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora