Epílogo

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Cinco años después...

Ella estaba sentada en el sofá de su casa, leyendo un libro. Él estaba sentado en el piano, tocando una melodía. Ambos estaban felices y tranquilos.

De repente, se escuchó un llanto desde la habitación de al lado. Era su hijo, que acababa de despertarse de la siesta.

Ella dejó el libro y se levantó. Él dejó el piano y la siguió. Ambos entraron en la habitación y vieron al pequeño Min Ji-hoon, de dos años, que los miraba con sus ojos negros y su cabello rubio.

Ella lo cogió en brazos y lo besó en la mejilla. Él lo acarició en la cabeza y le hizo una mueca. Ambos lo hicieron reír con sus voces y sus gestos.

Ella le dijo que lo amaba, que era su tesoro, que era su vida.

Él le dijo que lo amaba, que era su orgullo, que era su sueño.

Ella le dijo que era igual a su padre, que tenía su talento, que tenía su encanto.

Él le dijo que era igual a su madre, que tenía su belleza, que tenía su dulzura.

Se dijeron te quiero y se abrazaron con ternura.

Oh, dios mío.

Oh Dios Mío;MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora