CAPITULO 1

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ME PUEDEN CORREGIR CUALQUIER ERROR, POR FAVOR.

Un año antes.

—Harry— oye gritar a su padre— Harry maldita sea, ven acá ahora mismo — se escucha bastante enojado. El rizado bajó al primer nivel de la casa para ver qué era lo quería ahora su padre.

—Si papá.

—Se puede saber que mierda fue lo que hiciste para que tu hermana esté así de enojado — vio de reojo a Martina que estaba sentada en uno de los sillones con una pequeña sonrisa. Era costumbre la de su hermana molestarlo y luego meter cizaña a sus padres de que él no había hecho nada, aparte tenía un punto a su favor siempre ya que ella era una omega y el un omega.

—No he hecho nada — aseguró ya nervioso porque sabía que de todas formas no le iba a creer.

—No te creo — lo tomó del brazo fuerte para girarlo y que viera a su hermana —Martina cariño, quieres repetir enfrente de tu hermano que fue lo que hizo, por favor.

—Claro papi — en un tono de victima — es que Harry habló mal de mi en toda la escuela y ahora que yo llegué todos se burlaban de mí, por culpa de él — el rizado la vio sin expresión alguna, un poco decepcionado ya que fue todo lo contrario, ella se encargó de divulgar que el omega se acostaba con las alfas para ganar dinero, ocasionando acoso para él.

—Y todavía tienes el cinismo de decir que no hiciste nada — su tono fue tan alto, no fue su voz de mando, pero fue lo suficiente para que Harry temblara.

—Pero...

—Pero nada, esto es para que aprendas a respetar a tu hermana — así como lo tenía agarrado de brusco, así también lo soltó — ya sabes de que van los castigos. — Hizo una mueca por el ardor en su brazo. —Entendido.

—Sí — dice bajo.

—Pobre Harry, eso te pasa por ser un arrastrado — escupió y el omega sabía muy bien porque se lo decía. Según su hermana, él se le estaba metiendo al alfa que le gustaba.

Subió de nuevo a su cuarto, ya estaba acostumbrado a eso tratos. Su padre era un alfa en toda la palabra, cuando el nació su padre se vio tan decepcionando de que su primer hijo fuera un hombre omega, para él era una aberración que hubiera hombres omegas. La realidad es que su papá con su decepción, tomó a su hijo y se lo llevó muy lejos de su verdadera mamá, porque él iba a moldearlo a su antojo y su verdadera madre siendo muy mansa no lo iba a permitir. Así que Harry no conoce a su madre.

Su padre se casó luego, con Gala; una mujer de clase alta, refinada, bastante hermosa, pero es una bruja con el omega. Su padre y ella eran tal para cual, tenían los mismos pensamientos. Sin embargo, el principal odio de su madrastra es que es hijo de otra omega.

Harry se recostó en la cama, tratando de no dormirse y revisando constantemente su reloj, porque tenía que trabajar. El omega estaba trabajando en una librería cerca de su casa, lograba escaparse todas las tardes por su ventana e ir a su trabajo. No le era difícil escapar, su padre lo mantenía encerrado en su habitación y solamente salía a traer su comida, su falta de atención y seguridad de que su hijo estaba en su cuarto, le daba un punto a favor.

...

Ya era la hora irse, tomó su bicicleta y fue a su turno de trabajo, era lo único por el momento bueno en su vida, lograba despejarse, hablar con las personas y podía llevarse algunos libros gratis. Llegó, aguardo sus cosas en su espacio, en ese turno solo estaba él y otro omega llamado Oliver, era su único amigo e hijo de los dueños.

—Harry — saluda emocionado, saca una bolsa del mostrador y se la entrega cuando el rizado está cerca — mamá te mandó esto, dijo que como jefa te ordenaba que te lo comieras.

Oliver era tan extrovertido, alegre e hiperactivo. Era un omega hermoso: piel blanca, una cabellera negra alborotada, ojos avellanados, una hermosa sonrisa y bajito, demasiado bajito.

—Hola Oli — le sonríe — dile a la señora Miller que gracias.

—Ya te dijo que no la llamaras señora Miller — se vio interrumpido, cuando llegaron a la caja a pagar. —Te cuento, vino un alfa... — medió sonrío y el rizado sabía por dónde iba.

—Miller, tienes novio — le recuerda.

—Eso lo tengo muy presente cariño — Harry comenzó a arreglar los resaltadores por colores que se encontraban en el mostrador — nadie die dijo que era un pecado ver alfas para encontrarle uno a mi amigo — le guiña un ojo.

—No quiero un novio.

—Eso no importa, hay betas y alfas mujeres, por si no te van los hombres.

—No quiero una pareja en general.

—Es porque no ha llegado el indicado, en fin... le pedí su número — le pasó el pedacito de hoja donde estaba el número y el nombre del alfa — aguárdalo, para la colección.

La tarde pasó rápido, Harry y Oliver cerraron la librería y esperaron afuera ya que el novio del pelinegro pasaría por él.

Cuando eso pasó, el rizado se dirigió a su casa. Su cuarto estaba en el primer nivel de la casa, así que no le era difícil salir y entrar de la ventana. Sacó de su mochila la bolsa que le había entregado Oliver, observo la comida y no la comió, no tenía hambre. También sacó de su bolsillo el papelito y lo colocó junto con los demás, le hacía gracia ver la cantidad de papelitos con número y nombres, por eso el Oliver le decía la colección.

Se acostó e intento dormir, más no podía. Tenía ya mucho tiempo de que no conciliaba el sueño tan rápido, provocándole un desgaste bastante notorio.

No faltando mucho para que el despertador sonara, el omega cerró sus ojos y durmió. 

SAVE ME LS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora