El grado de luz con el que las antorchas iluminaban los estrechos pasillos de aquel calabozo era escaso, casi no se podía apreciar nada que estuviera más allá de unos cuantos metros. La oscuridad reinaba en el ambiente, gobernando hasta en el más pequeño de los rincones que los ojos curiosos pudieran apreciar.
La decisión que llevó a ese grupo adentrarse en el corazón de esa tenebrosa construcción, resonaba con fuerza en los pensamientos del joven que se veía preocupado.
-"Y...¿Dónde está ese tal Cerberus?"- Preguntó, sintiéndose un poco abrumado por la singular atmósfera que se vivía en aquel recóndito lugar.
-"Ni idea, en verdad".- Respondió, Pandemónica.
-"Puede estar oculto en cualquier sombra, esperando a que uno de nosotros caiga en sus garras".- Agregó, mientras echaba un vistazo alrededor e inspeccionaba a detalle la estructura que los rodeaba.-"¡Mierda, ¿en serio?!"- Reaccionó el azabache, imitando las acciones de su compañera, temeroso de volverse víctima de una inesperada tragedia.
-"Descuida, cariño."- Intervino Modeus, aferrándose al brazo del cauteloso adolescente que le acompañaba.
-"Si te llega a pasar algo, no tendrás ni tiempo para sentir ninguna mínima clase de dolor".- Dijo, señalando la posibilidad que tenía su 'amante' de morir inesperadamente.Por supuesto, aquellas palabras no tardaron en hacer eco en la mente del muchacho quien rápidamente se impactó.
-"¡¿Se supone que me está confortando?!"- Pensó, incrédulo por la naturalidad con la que su compañera mencionaba dicho escenario que le resultaba impensable.
Desafortunadamente, nada podía hacer ahora para revertir esa circunstancia en la que se hallaba inmerso, dentro de esos aberrantes muros de piedra que parecían transmitir una vibra enteramente repugnante.
-"Manténganse alerta, por favor".- Comentó el demonio, echando un rápido giro a esa 'complicada' pareja que la seguía por detrás.
-"Recuerden que Cerberus actúa con tres cuerpos a la vez, cada uno totalmente independiente".- Advirtió sin rodeos, remarcando el peligro al que estaban constantemente sometidos aunque no lo pareciera.La actitud con la que enfrentaba la situación, los gestos que se dibujaban en su rostro y los apresurados movimientos con los que ejercía su marcha, fueron el aliciente que atrajo la atención del pelinegro sobre esa mujer que daba la impresión de hallarse dominada por un gélido sentimiento.
-"Hmm...¿Sucede algo, Pandemónica?" - Inquirió, dudoso ante la peculiar postura que había adquirido su compañera desde que arribaron al lugar.
-"Te ves bastante seria, en comparación cuando estábamos los tres afuera."- Detalló, curioso por escuchar las palabras que el demonio tuviera entre sus labios.-"No es nada, en serio".- Respondió la muchacha, intentando eludir la pregunta mientras se dedicaba a probar de nueva cuenta su café, aunque sin poder ocultar del todo cierta tonalidad que reflejaba molestia.
-"¿Ah sí?"- Sonrió, Modeus.
-"¿Segura que no tienes nada qué contarnos?"- Demandó, tratando de estimular una reacción más perceptible en el ánimo de su semejante 'hermana'.Al ver las intenciones que ambos tenían por desentrañar la verdad detrás de su comportamiento, Pandemónica no opuso resistencia alguna. El demonio sabía bien que sus acompañantes no iban a rendirse tan fácilmente y que podían fastidiarla si se atrevía a sostener una respuesta negativa, razón por la cual decidió mejor sincerarse.
-"Tuve un incidente con Cerberus hace tiempo". - Reveló, figurando de su cara una expresión visiblemente molesta.
-"¿De verdad, querida?"- Cuestionó Modeus, atraída por esa revelación que llegaba a lo profundo de sus oídos.
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꧁⭑Corazón Escarlata⭑꧂.
FanfictionÉl era un muchacho normal, con un trabajo bastante normal y una vida lejos de lo inusual. Era un alma que vivía de buen modo la vida que le tocó vivir, como cualquier hombre honrado del mundo. Pero todo eso cambió, cuando ella apareció en su vida. ...