Capítulo 1: Recuerdos del pasado.

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Lo último que recuerdo es oscuridad tras un fuerte golpe, despertándome encarcelada, sentada en un frío suelo de piedra compacta.

Se podían escuchar gritos y personas hablando fuera de tu jaula. Todo era oscuro, como si todo estuviera cubierto por telas.

-¡Hey, Cuidado con el cargamento! Nos ganaremos una buena parte de oro por ella. -Escuchaste decir a uno de ellos.

Todo se tambaleaba.

Cuando quisiste darte cuenta viste como tus manos estaban atadas. Un gruñido vino de tu parte al ver dicha cosa.

Te habían secuestrado, todo por no querer permanecer a ese estúpido ejército.

-Flashback-

Tus padres habían sido asesinados por el ejército noxiano al negarse a unirse a ellos.

Al ser tu madre una vastayana y tu padre un humano, tu madre y tú fuísteis expulsados de la tribu, teniendo que buscar por otro lugar en el que vivir, ahora sin la protección de la tribu vastayana.

Antes de que llegaran se aseguraron de esconderte en uno de los armarios de la casa en la que vivíais.

Después de eso, fuiste encontrada al poco tiempo por dicho ejército.

Cegada por el miedo y la intimidación te llevaron con ellos sin dejarte ver el cuerpo de tus ahora difuntos padres.

Fueron unos años duros para ti. Debido a tu mitad vastayana, podían verse características físicas de dicha raza, lo cual hacía que fueras víctima de burlas de los demás niños noxianos.

Lo repudiabas.

Cada día que pasaba pensabas en un plan para escapar de allí.

¿Pero cómo?

Todo estaba lleno de guardias, dispuestos a matarte en el momento que intentaras hacer algo.

Pasaron años hasta que por fin, sucedió algo con lo que pudiste idear y ejecutar un plan de escape.

La guerra estalló, y los noxianos planeaban utilizar niños en su ejército para "ablandar" a los enemigos, allí fue cuando conseguiste escapar.

-Por fin... por fin pude salir de...ahi... -Dijiste entre jadeos por haber estado corriendo durante mucho tiempo.

-Bien..., ahora... ¿dónde estoy? -Dijiste mientras mirabas a tu alrededor.

A medida que caminabas por el bosque sentiste una presencia, alguien que te observaba desde no muy lejos. Decidiste ignorarlo, ya que podía simplemente ser por la adrenalina del momento.

Pero te equivocabas.

-Pero... ¡¿qué?! -Dijiste al notar que alguien te agarraba por detrás y te tapaba la boca con lo que parecía una tela.

Te desmayaste.

-Fin del Flashback-

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Después de lo que te parecieron horas por fin el movimiento se detuvo. Pensaste que te matarían, pero sería algo aun peor que eso.

Momentos después de que se detuvieran, movieron la tela que cubría la jaula, haciendo que los rayos del sol fueran ahora visibles para ti. Estabas aun vestida con la armadura noxiana, cuestión por la que te secuestraron.

-¡Mire! ¡Esta es de buena calidad! -Dijo un hombre frente a ti.

-¿Parte del ejército noxiano? -Dijo otro hombre al ver tu armadura.

Este hombre mucho más alto y robusto que el otro que viste. Parecía de unos cuarenta años de edad o más. No te quitaba los ojos de encima mientras tu le mirabas con asco y confusión.

-Hm... ¿Por cuánto la venderíais? -Preguntó el mismo ahora quitándote los ojos de encima y dirigiéndolos al otro hombre.

¡¿Venderme?! -Pensaste.

Te habían secuestrado para venderte como esclava. No era algo tan inhabitual, ya que normalmente pasaba. La gente necesitada se solía vender por un techo y algo de comida, la supervivencia siempre es la prioridad. Pero, directamente fuiste secuestrada y vendida por unas monedas noxianas.

Estabas asqueada y muerta de miedo.

¿Dónde te llevarían? ¿Qué tendrías que hacer?

Era en lo único que podías pensar en ese momento.

Horas, hasta incluso días pasaron hasta que llegaste a tu nuevo destino.

Jonia.

Prisionera [Sett X Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora