Capítulo 4.

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Nota: cambiaré un poco la forma de escritura, me es muy incómodo estar escribiendo en segunda persona, así que lo trataré como un OC, sin más.

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Dicha habitación era pequeña, pero acogedora. La habitación consistía en una cama simple e individual con un color amarillo apagado con una colcha del mismo tono, como si estuviera desgastado tras años de uso, un pequeño armario visto de la misma manera, un baúl a los pies de esta cama y algunas lámparas, estaba sucia, pero no demasiado. Era un pequeño cuarto con apenas muebles, así como una especie de posada barata hecha para pasar la noche y nada más, los "gladiadores" se pasaban el día fuera, así que tenía lo justo y necesario para estos.

—Bueno, es mejor que nada...—Suspiró la peliblanca recostándose en la puerta, haciendo que unas partículas de polvo revolotearan por la habitación, recibiendo una mirada curiosa de la chica. —Tendré que limpiar este sitio si quiero quedarme aquí algo de tiempo.—Y, dicho esto, bajó su capucha, dejando ver sus orejas y lanzó su zurrón a la cama dispuesta a colocar sus cosas.

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Lo que pareció ser una hora y media pasó con Dara colocando, limpiando y ordenando su habitación, no tenía mucha cosa guardada, así que esa parte no le costó demasiado tiempo asentarse. Su atención fue distraída por el sentimiento de hambre y algunos sonidos no tan agradables viniendo de su estómago, demandando comida, por lo que se levantó de la cama que acababa de rehacer, a su manera, y se sentó frente a un pequeño espejo para arreglarse las orejas.

-No puedo salir así sin más por tanto tiempo, tengo que encontrar alguna forma de pasar desapercibida. -Dijo mirando sus orejas en el espejo

Debido a la innegable discriminación entre humanos y vastaya, Dara estaba prácticamente obligada a esconder sus rasgos provenientes de esta especie por tal de no ser perseguida ni acosada, en su anterior estancia no era necesario, ya que fue comprada por esta misma condición, pero aquí tendría que ingeniárselas.

Observando a su alrededor encontró una cinta por el lugar, se levantó, la tomó, limpió rápidamente e hizo un nudo improvisado atando sus orejas detrás de su cabeza y debajo de su pelo, para luego taparlas con su pelo con tal de que no llamase tanto la atención, volvió a echarse un vistazo en el espejo, comprobando que efectivamente no fueran visibles. -Esto servirá- Dijo para sí misma antes de ponerse la capucha y salir de la habitación.

Era ya mediodía, habías pasado más tiempo del que creía entre colocar y limpiar el lugar, el aroma a comida recién hecha era notable en el ambiente, por lo que, hipnotizada por el hambre, Dara se dirigió hacia el comedor que antes había visitado ese mismo día.

Una vez allí, vio, con ilusión como la mayoría del lugar estaba vacío, cosa que le parecía raro, ya que era, como tal, la hora en la que la gente solía comer. Aun así, lo dejó pasar y fue a pedir el menú básico.

—Hola señor.  ¿Qué es lo que le gustaría tomar? —Dijo una mujer joven alegremente caminando hacia Dara. —Un... menú básico, por favor. —Aun se le hacía algo raro que la viesen como un hombre, era más grande de lo normal por ser vastaya, sí, pero era algo extraño para ella. Supuso que sería lo mejor, así que lo dejó pasar. —¡Enseguida! —Respondió la contraria con entusiasmo, cosa que hizo alegrar a Dara. Le era extraño ver a alguien trabajando con tanto entusiasmo, acostumbrada a la actitud esclavista que tenía su anterior dueño.

—Es extraño, ¿no va a ir a ver el espectáculo, señor? Eres un luchador también, ¿no? — Dijo la chica mientras dejaba la comida sobre la mesa, dejando a Dara algo desconcertada. —¿Espectáculo? — Respondió esta algo extrañada, para luego hacer una pausa. —Y sí... soy luchador. -Esto dejó a la contraria observando a Dara con confusión.—Eres nuevo aquí, supongo. Acaban de empezar las peleas, todo el mundo va a verlas para ver contra quién se enfrentarán y así tener ventaja, por eso no hay nadie a esta hora aquí. —Ah, mierda... — Dijo en voz baja mientras se levantaba de la mesa. — Gracias por avisarme.— Dijo de nuevo mientras, con prisa recogía toda la comida que podía, no se puede pelear con hambre, ¿no?

Prisionera [Sett X Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora