𝘽𝙚𝙜𝙞𝙣 𝘼𝙜𝙖𝙞𝙣 |Carlisle Cullen|

21

A la mañana siguiente Catherine se despertó por un incesante ruido que reconoció como el sonido de llamada de su teléfono.
Se removió en la cama para tomarlo pero un peso sobre su cintura se lo impidió. Buscó a tientas sus lentes y tras colocarselos se dio cuenta que era el brazo de Carlisle que la tenia abrazada por la cintura haciendo cucharita.

Él estaba dormido.
La noche anterior luego de su picnic nocturno a la orilla del arroyo que corría por la propiedad, decidió que lo usaría para poder experimentar dormir junto a ella.

Tenia un semblante pacifico. Su sueño imperturbable a pesar del sonido de llamada. Supuso que estaba recuperando trescientos años de no dormir. (Si, ayer en el picnic le dijo por fin su edad exacta. No sabía cómo se sentía al respecto).

Trató de deshacer el agarre en su cintura para poder estirarse mejor y tomar su teléfono que estaba más lejos que sus gafas, pero Carlisle soltó un gruñido y la pegó mas a su pecho.

Catherine soltó un gemido al sentir algo duro presionar contra su trasero. Mordió su labio inferior para impedir que saliera cualquier otro ruido de su boca cuando sintió a Carlisle presionando otra vez sobre ella porque recordó que había compañía con super oído en la casa.

"¡Carlisle!" Siseo cuando su mano se movió hacia arriba, desde su cadera hasta uno de sus pechos y apretó. Trató de relajarse y se concentró en el hecho que de trataba de Carlisle. Eran sus manos que la acariciaban y sus brazos las que la sostenían. Contó hasta diez en su mente y se concentró en su respiración.

"Mi bella Cathie." Susurró sobre su oreja causandole escalofríos.

Era Carlisle. Enfocó su mente en eso y rápidamente se relajó.

Solo Carlisle.

Apostaba que seguia dormido. Lo que significa que estaba soñando con ella. Y no algo dulce precisamente.

Carlisle se siguió presionando en ella. De pronto una extraña necesidad se instaló en ella. Sintió punzadas en su entrepierna que casi la hizo llorar. Instintivamente apretó sus piernas para sentir algo de fricción en ese lugar específico pero no fue suficiente.

"Carlisle." Rogó. Y como si hubiera sentido su necesidad, la mano que estaba en su pecho volvió a bajar. Sus dedos acariciaron la piel desnuda de su abdomen para luego introducirse en short de dormir.
El corazón de Catherine latía a mil por segundo cuando sus dedos acariciaron sus labios, para luego separarlos y acariciar su clitoris.

Tuvo que cerrar sus ojos ante la ola de placer que la golpeó.

Él siguió acariciando su clitoris mientras tentativamente introdujo uno de sus dedos en su canal. Catherine se tensó porque había pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien la tocó.

Al parecer estaba lo suficientemente mojada para que su dedo se deslizara con facilidad en ella.
Cuando introdujo un segundo dedos y su pulgar seguia acariciando su clitoris le fue imposible amortiguar sus gemidos. Giró su rostro para esconderlo en la almohada y amortiguar los ruidos de su boca. Al menos eso porque el ruido de los dedos de Carlisle entrando y saliendo de ella no podía ocultarse. Se resignó a ello.