09

3.7K 431 11
                                    


✨✨✨

Yoongi estaba sentado en su despacho, tomando una segunda taza de café y leyendo el correo electrónico cuando algo lo hizo levantarse e ir a mirar por la ventana.

Justo como había imaginado Jimin estaba allí fuera paseando por los jardines. Era como si hubiera desarrollado un sexto sentido que lo hiciera sentir su presencia.

En solo un mes se había convertido en parte de su vida y le costaba hacerse a la idea de que se marcharía cuándo el bebé naciera y de que las cosas volverían a hacer como antes.

Apoyo la frente contra el frío cristal y lo observo mientras caminaba, fijándose en los cambios que poco a poco se hacían en su cuerpo, como su vientre abultado que se notaba ante las camisas que utilizaba.

Desde aquella noche en que casi lo había besado habían conseguido guardar las distancias. Era como si hubieran llegado a un acuerdo en el cual ninguno de los dos traspasaría los límites de una convivencia de amigos sin ningún tipo de roce.

Había veces en el que conseguía pasarse un día entero sin ningún pensamiento indebido, pero de pronto cuando veía a Jimin, o cuando el rubio tan solo pasaba a su lado rozándolo, tenía que hacer un esfuerzo inmenso para no caer en la tentación.

Y aun así, a pesar de sus esfuerzos por comportarse, había una tensión creciente entre ellos y Yoongi tenía la sensación de que aquello iba a explotar de alguna forma.

Aunque desde la muerte de Dahye casi nunca abandonaba la casa, en ese momento sintió el impulso de hacerlo. Salió a los jardines y encontró a Jimin.

-Buenos días - lo saludo.

-Buenos días - le dijo Jimin -. Has salido de la casa.

Por el tono que había usado parecía que aquello le había sorprendido.

-Y no te has convertido en cenizas - comento divertido.

-¿Ceniza?

-Bueno, es que como en la casa las cortinas casi siempre están corridas y hay tan poca luz, al principio cuando vine a vivir aquí pensé que eras un vampiro - bromeo Jimin.

Yoongi no pudo reprimir una sonrisa.

-¿Quieres pasear conmigo un poco? - le pregunto el rubio -, solo unos minutos - le insistió cuando lo vio girar la cabeza hacia la casa.

-Está bien, pero solo unos minutos - asintió.

Mientras paseaban por el camino de tierra que bordeaba extensiones de verde césped, árboles y arbustos, charlaron sobre la película que Yoongi estaba pensando en producir, pero al cabo de un rato se quedaron callados los dos.

Yoongi se sentía tan cómodo con Jimin que en ese momento le habría parecido lo más natural estirar el brazo y acercarlo a él, pero no lo hizo. No debía. Sin embargo sabía que aquella era una sola batalla y que tendría que vencer a muchas otras para ganar la guerra, lo cual sin duda iba a volverse más y más difícil cuanto más tiempo pasara.

-El día está hermoso, ¿Verdad? - comento Jimin.

-Si es verdad, aunque por desgracia dentro de un momento tendré que volver dentro - contesto mirando el reloj de pulsera -. Estoy esperando una llamada a las once.

Por primera vez en mucho tiempo tenía ganas de quedarse allí fuera, disfrutando del buen tiempo y... de Jimin.

En cambio el rubio pensaba, que si un mes atrás alguien le hubiera dicho que iba a estar viviendo en casa de Yoongi y que iba a depender de él, determinaría que la persona estaba loca. Pero así era y se sentía muy a gusto allí con él, y le daba pena pensar que algún día aquello se acabaría, pero para entonces probablemente el rubio estaría muy ocupado con el bebé como para extrañar a Yoongi. O al menos esperaba que fuera así.

Embarazado De Un Millonario [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora