❝ Brian, ¿cuando notaras que vives en mi mente? ❞
￣ Roceline, una chica que forma parte de una banda llamada Crown, es alguien quien le gusta la fiesta, bromas, y sin dudas la elegancia y el estilo. Conocera a alguien quien se adentrara a su vida d...
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❝ 1973, 11:23 del mediodía ❞
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La rubia se encontraba arreglandose para el día, pues iba a salir a un restaurante a almorzar. Las aves cantaban, un cielo color celeste limpio, aire que al sentirlo te da tranquilidad, una de las tantas personas caminando entre las calles de London.
Todo era perfecto, ese día, hoy.
─ No puedo acordarme donde quedaba el maldito restaurante ... ¡mierda! ─ Murmuro en voz baja la rubia, y dio un pequeño suspiro poco audible.
─ Disculpa, señor? ─ Toco el brazo de un chico de cabellera con rizos, alto y delgado.
─ ¿Necesita algo, señorita? ─ Giro su cabeza levemente para entrar en contacto visual con aquella rubia.
─ Uh ... sí, ¿Podría decirme si conoce un restaurante llamado ❝ The Heaven ❞? ─ Agarro un papel que indicaba el nombre del restaurante, pero no estaba la dirección.
─ Claro, es justo donde ire, ¿por que la duda? ─ El chico delgado puso sus manos en los bolsillos de sus jeans.
─ Es que no anote la dirección ... ─ Dijo un poco vergonzosa la rubia, no quería verse como una burla ante alguien. Sus ojos miraban a otro lado, evitando el contacto visual con aquel desconocido.
─ Tranquila, yo puedo ir contigo, si lo deseas. ─ Hablo con calma el rizado mientras le regalo una pequeña y linda sonrisa.
La rubia dudaba del servicio de aquel chico, pero más tarde le agradeceria, tampoco quería verse como alguien que no acepta la ayuda de los demás.
─ Claro. ─ Sonrio un poco la rubia. Empezo a caminaer al ritmo de aquel rizado, no habia ningún tema de conversación, solo silencio incomodo.
─ Y ... ¿Te dedicas a algo? ─ Hablo roceline para romper esa incomodidad y el hielo del silencio.
─ Bueno ... soy guitarrista de una banda, y estoy escribiendo algo sobre la astrofísica. ─ Una pequeña sonrisa se le escapo. Roceline noto que ese chico tenía un interés por astrofísica.
─ Es algo qe te gustaria ser en algún futuro, ¿cierto? ─ La chica no dudaba que iba a decir que sí. Pero era más preferible escucharlo de parte de él.
─ Je ... me gustaria ser alguien en el futuro, es como tú lo dices. ─ Seguía caminando aquel rizado, su mirada indicaba al suelo mientras el silencio volvía a dar su presencia.
Paso un lindo mediodía con el rizado, era alguien que le gustaba tener más conocimiento, amaba los animales, era un futuro astrofísico también.
─ No te dije mi nombre, ¿verdad? ─ La rubia miro al rizado alto, este solo movio la cabeza, indicando que no.
─ Disculpame, mi nombre es Roceline, Roceline Julliet Jenner. ─ Agrego una delicada sonrisa al final de su oración.
─ Un gusto Roceline, Mi nombre es Brian Harold May. ─ También sonrio aquel rizado, y entrego la mano para estrecharlas.
─ Lindo nombre, eh. ─ No evito reir ah su propio comentario, no de una manera mala.
─ Gracias, el tuyo es igualmente lindo. ─ Acomodo uno de sus tantos rizos. Su rostro quedo libre.
─ Es lindo de tu parte, ¡gracias! ─ Le sono tierno de aquel chico que dijera que su nombre era lindo.
─ Ya llegamos, Roceline. ─ Hablo mientras veía el restaurante.
─ ¡Gracias Brian! ─ Agradecio aquella rubia por el servicio del contrario.
─ ¡No hay de que agradecer!
Roceline no quería sonar seca con solo un "gracias". Así que le pidio que se agachara.
─ Brian, ¿podrías agacharte un poco si no es molestia? ─ Le toco el brazo, ya que el rizado veía los dulces pajaros juntos.
─ Uh, claro. ─ No agrego ningún tono en su voz, pero sería extraño para él que aquella Roceline se lo pida.
Solo le dio un abrazo, ese abrazo que era tan comodo y lindo de senir. Brian también abrazo a la joven, se sentía tranquilo, tal vez sería extraño que alguien que apenas conoces te abraze, ¿no?
─ Roceline, ¿por que me abrazaste? ─ Agrego una sonrisa, esto solo causo ternura en el interior de la joven.
─ Es una forma de agradecerte, no me suena bien solo decirte un "gracias". ─ Se alejo del contacto físico del rizado. Se quedo mirando y admirando esos ojos verdes.
─ Oh, esta bien, después de todo ah sido lindo de tu parte. ─ Seguía sonriendo de la misma forma.
La rubia solo sonrio con felicidad ante el comentario del rizado delgado.
─ Bueno, me retiro al restaurante con loa demás, fue un gusto en conocerte. ─ Dijo mientras su mirada viajaba por la rubia.
─ Dijo lo mismo sobre ti, Brian. ─ Acomodo un mechon de pelo, mientras ambos jovenes hacían y entrelazaban el contacto visual.
─ Adiós roceline. ─ Agito su mano en forma de despedida.
─ Adiós futuro doctor de astrofísica. ─ Agito su mano lentamente, también indicando una forma de despedida.
Brian solo se rio del comentario de aquella rubia. Ambos entraron y fueron por caminos distintos del restaurante.
¿Que podría pasar ese día? ¡Aún queda por descubrir!
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¡Hola de nuevo! Sí, tal vez hice un poco más largo esta historia. Pues después de leer varias historias tengo muchas más ideas!
