CAPÍTULO 26

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CAPÍTULO 26

Louis

-¿Tienes idea de la cantidad de dinero que he tenido que poner por tu irresponsabilidad?- Dijo Simon furioso.

-Lo siento, yo...

-¡No estabas pensando por supuesto que me doy cuenta!

-Me refiero a que... lo siento, de verdad.

-Por supuesto que lo sentirás, no debes olvidar que tienes un contrato firmado conmigo, Louis y que si quiero puedo hacerte desaparecer y dejar en la ruina a tu familia para siempre.

-No, Simon, te juro que haré bien mi papel. Haré lo que me pidas.- Respondí asustadísimo.

-¡He tenido que pagar a miles de medios y personas que se encontraban en ese club que presenciaron las escenitas tuyas con Harry! ¡No quiero que esto se vuelva a repetir!

-¿Estás pidiéndome que termine con él?- Pregunté asustado.

Simon caminaba de un lado a otro. Nos encontrábamos en su mansión de Beverly Hills. El desgraciado me había obligado a volar hacia el otro lado del mundo para reprenderme.

-No, tu puedes hacer lo que tu quieras en tu cama, pero fuera debes ser un hombre de buena reputación y heterosexual.- Dijo apuntandome con su dedo acusador.- Tomarás a esa chica que conociste y la harás tu novia pública. Quiero tu cara y la de ella en todos los malditos medios de comunicación.

Agaché la cabeza y asentí. No había más remedio. Estaba en sus manos.

Lo que siguió fue que no volví a Londres hasta el día en que Niall festejaba su cumpleaños en un club nocturno. Así que fui directo hacia la casa de los padres de Eleanor, porque ella estaba quedándose allí por el fin de semana. Sin rodeos la invité para que vaya conmigo. Por supuesto que no la iba a hacer mi novia tan rápidamente, tenía que hablar con Harry primero de esto.

-Oh, pero debo arreglarme.- Dijo ella.

-Estás preciosa así como te ves, creeme.- Dije con una sonrisa forzada.

-¿Puedes esperarme mientras me cambio?- Preguntó con las mejillas de un tono rojo.

-Claro, aquí estaré.- Dije sentándome en el sillón de la sala.

Me quedé solo en silencio por unos minutos observando el lugar. Los padres de Eleanor debían de ser de clase muy alta porque ni de chiste se parecía a mi humilde sala en Doncaster. El living era todo blanco y con muebles y pinturas colgadas en las paredes muy elegantes. De repente alguien me sacó de mis pensamientos. Era el padre de Eleanor.

-Pensé que debías estar aburrido esperando a que mi hija se arregle.- Dijo.- Mi nombre es Murray, un placer conocerte.

-El placer es todo mío, señor Calder.- Dije extendiéndole mi mano.- Louis Tomlinson.

-Eleanor dice que estás en una boy band muy famosa.

-Así es señor. Al menos esperamos que esto funcione.- Dije.

-Pues no me gustaría que mi hija sufra por estar saliendo con un rockstar que tenga amoríos por todos lados.- Dijo seriamente.

Tragué saliva. Primero Simon, ahora el padre de Eleanor. Aparentemente muchos contaban con que esta relación prosperara.

-Le aseguro que no tengo a ninguna otra mujer en mente más que su hija, señor.- Respondí. Lo cual era totalmente cierto. Al menos no había otra mujer en mis pensamientos.

Suspiró y me extendió una copa de vino.

-Oh, no. Yo debo conducir.- Dije.

-Te estaba probando. Eres responsable. Espero que no tengamos ningún problema contigo.

-No los habrá. Se lo aseguro señor.

Entonces Eleanor apareció en ese momento. Llevaba un vestido ajustado al cuerpo negro y unos tacones del mismo color con un abrigo bien abrigado porque estábamos en Londres y siempre hacía frío de noche.

-Te ves fascinante.- Dije. Realmente se veía muy bien.

-Gracias. Es lo mejor que pude hacer en tan poco tiempo. - Sonrió ella.

-Creo que no pudiste haberlo hecho mejor.- Dije extendiéndole mi brazo para que se agarre de él para bajar las escaleras.

Harry

Me encontraba en la fiesta de cumpleaños de Niall, rodeado de mis amigos y compañeros de banda. Todo parecía estar bien, pero entonces la vi: Eleanor, la nueva amiga e "interés amoroso" de Louis. Y ahí estaba él, junto a ella, posando para las cámaras como si no hubiera pasado nada entre nosotros.

Mi corazón se encogió y un nudo se formó en mi garganta. Intenté sonreír y continuar hablando con mis amigos, pero no podía evitar mirar hacia la dirección en donde ellos se encontraban. Verlos juntos me hacía sentir tan mal, tan herido y traicionado.

Lo último que supe de él era que había bebido y me había declarado su amor en público, luego Simon lo obligó a ir a verlo a Los Angeles obviamente para reprenderlo y no me respondió nunca más mis mensajes.

¿Cómo podía Louis hacerme esto? ¿Cómo podía olvidar todo lo que habíamos compartido y seguir adelante con otra persona? Me sentí como si me hubieran arrojado a un abismo sin fondo y me estuviera desgarrando lentamente.

Intenté alejarme de la situación y busqué refugio en un rincón oscuro de la fiesta. Ahí me quedé, bebiendo mi bebida lentamente mientras me perdía en mis pensamientos.

Me sentía tan solo y abandonado en ese momento. Había perdido al amor de mi vida y no sabía cómo superarlo. Me sentía tan confundido y destrozado que no podía ni siquiera procesar lo que estaba pasando en ese momento.

Solo quería volver a casa y estar solo, dejar que el dolor me consumiera por completo. Me prometí a mí mismo que iba a superar esto, que iba a encontrar la manera de seguir adelante sin Louis, pero en ese momento me sentía tan vulnerable y perdido que no podía ni siquiera imaginármelo.

Niall me encontró en ese rincón con la vista perdida, sin saber qué hacer ni a dónde ir. Me miró con preocupación y sin decir nada, me llevó de vuelta hacia donde estaba la gente y me ofreció un trago.

-Vamos, Harry, no te quedes ahí parado. Es la fiesta de mi cumpleaños, hay que celebrar.

-No puedo, Niall - le dije, tratando de contener las lágrimas -. Lo siento, no debería haber venido.

-Claro que deberías haber venido, eres mi mejor amigo. Y además, no te mereces quedarte así por culpa de Louis y Eleanor.

Me dio una palmada en la espalda y me obligó a bailar con él. Al principio me costó relajarme, pero poco a poco fui dejando de lado mi dolor y empecé a disfrutar de la fiesta como pude. Bailamos, cantamos, bebimos... Niall me hacía reír con sus ocurrencias y me recordaba lo mucho que valía la pena vivir. Aunque cada tanto Louis y yo cruzábamos miradas y me daba una punzada en la panza, intentaba desviar mis pensamientos a toda costa porque mi amigo se merecía más de mi ese día.

Gracias, Niall - le dije, cuando finalmente paramos para descansar. - Eres un gran amigo.

Siempre, Harry. Siempre estaré aquí para ti.

Y eso me reconfortó. Sabía que, aunque todo estuviera mal en mi vida, tenía a alguien en quien confiar y a quien querer.

STRONG - Larry Stylinson ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora