Leoncito ✸ QuanYin baby | Omegaverse

El palacio de Qi Ying

Hoy era un día normal, no hacía nada fuera de lo común... sólo estaba ese sirviente con olor a moras en la habitación de Paradise Manor, el sirviente que alguna vez fue muy temido sólo por Hua Cheng... estaba así. Y no había nada de malo en eso.

Pero los habitantes de ciudad fantasma no tardaron en darse cuenta que "Xiaxian Yue Shi" no estaba por ningún lado, no lo veían hace meses y eso los preocupó mucho, pero no porque se interesaran en Yin Yu, sino, porque pensaron lo muy cruel que debía ser Hua Cheng para destruirlo, incluso después de haberle servido mucho tiempo, lo único que daba a pensar era que... Yin Yu definitivamente había sido eliminado por el rey fantasma, lo que los dejó atemorizados ante aquella idea que ellos mismo se habían metido.

Bueno, a simple vista era de esperarse de un rey fantasma ¿no?

▸  ── Es por el bien de Paradise Manor y ciudad fantasma, Yin Yu ──, quiso decir "por tu bien", pero por obvias razones no le diría eso un rey fantasma a un simple fantasma y sirviente como Yin Yu.

▸  ── Hua ChengZhu, yo estoy bien aquí... pero si realmente mi estado es un estorbo, me puedo ir, no quiero causar problemas.  ──, Yin Yu no parecía entender el porqué, Hua Cheng había dejado que se quede... pero ahora lo estaba echando.

▸  ── No quise decir eso. Una vez que tu hijo naciera, no sería un buen ambiente para él en ciudad fantasma, más si es un humano como los demás, sabes que lo será aunque tú seas un fantasma. ──, agregó Hua Cheng.

▸  ── Lo sé, ChengZhu... pero yo... ──, fué interrumpido.

▸  ── Quan Yi Zhen te llevará a su palacio, por algo es un dios con un enorme palacio y mucho espacio, además, ese... dios, debe aprender a ser un hombre de verdad. ──, Hua Cheng realmente no quería que Yin Yu se fuera, pero quería darle un pequeño merecido a Quan Yi Zhen.

Pero si se quedaba hasta el parto, el bebé corría peligro de no soportar aquel aire que tenía ciudad fantasma, un humano... y uno muy indefenso, no podría soportar tal cosa, y Hua Cheng de verdad se preocupaba por el bebé, pero no iba a admitirlo.

Yin Yu sintió un toque de calidez en su ser por su jefe, puesto que... se había tomado el tiempo de explicar las cosas, y aunque Hua Cheng fuera muy bueno en ocultar este tipo de intensiones, hablábamos de Yin Yu, la persona que lo acompañó por muchos siglos y se aprendió su manera de comportarse sin querer. Y lo notó.

Yin Yu sabía que Hua Cheng si le tenía aprecio, muy en el fondo lo tenía, y eso le hacía sentir muy bien, porque después de todo, Hua Cheng no sólo lo había visto como un sirviente más.

Al día siguiente, Yin Yu ya tenía todas sus cosas acomodadas, aunque no era mucho. Como era de esperarse, Yin Yu no tendría porqué tener tantas cosas, desde el principio al llegar a ciudad fantasma, había sido únicamente por trabajo y así fue, sólo por trabajo.

Quan Yi Zhen estaba explotando de felicidad, era una bomba que si llegaban a tocar explotaría. El alfa estaba muy feliz de tener a Yin Yu con él en su palacio, si antes no tenía la razón para salir de su palacio por otra cosa que no sea comer, pelear o entrenar, ahora ya no la tenía, su vida quedaría dentro de su palacio al tener a su shixiong con él, para el dios era más que suficiente tener la simple existencia de Yin Yu. Estaba alegre.

Hua Cheng y Yin Yu se despidieron, Xie Lian quedó en que visitaría de vez en cuando a Yin Yu en el palacio de Qi Ying para asegurarse de que todo estaba bien. Pero en secreto Hua Cheng también estaría visitando a través de sus mariposas a Yin Yu, no dejaría que algo malo le pase, y si Quan Yi Zhen hacía algo mal, juraría que le haría por lo menos sufrir dos minutos con tal de sentirse satisfecho.

Finalmente, Yin Yu y Quan Yi Zhen ya estaban en el palacio, las cosas del fantasma estaban al pie del enorme portón color del oro, el cual brillaba con intensidad, al igual que todo el palacio, como si este hubiese sido pulido día y noche, aunque era normal, era el palacio de un dios.

Quan Yi Zhen no tardó en cargar todas las cosas y entrar, dejándolas con mucho cuidado dentro, luego Yin Yu pasó.

No podía mentir, estar de nuevo en el cielo era algo extraño y familiar, pero lleno de recuerdos que él no quisiera tener, volver al oeste para Yin Yu era algo... bastante recordatorio, muchos recuerdos llegaron a su mente, lindos y malos momentos que había pasado hace muchísimos años, luego los del destierro y entre otros. Después lo de tener que ocultarse, la vergüenza aún estaba presente después de los siglos en el que tuvo que ocultar su rostro con una máscara, para que los dioses que se encontraría "casualmente" no lo reconocieran, aunque falló.

Ahora, al venir al cielo y vivir en el palacio de Quan Yi Zhen era... algo que probablemente nunca haría en el pasado, pero su vida había dado un giro inesperado, él incluso había cambiado su manera de ser, todo había cambiado, pero no de la mala forma. Ahora, tenía que prepararse para su nueva vida junto a quien alguna vez fue su shidi, y formar una nueva vida, de la cual tendría que acostumbrarse poco a poco, lo iba a intentar por su futura familia.

▸  ── ¡Shixiong tiene que descansar! ──, exclamó el dios lleno de alegría, mientras se acercaba a Yin Yu, tomándolo con mucha delicadeza del brazo, guiándolo a su habitación.

Yin Yu lo siguió, caminando con tranquilidad, adentrándose en el palacio, junto al dueño del mismo. Su vientre era notorio, y empezaba a pesar, por lo que ahora tenía que caminar más lento, por el peso extra que estaba creciendo dentro de él.

El ambiente se sentía familiar.