Ese día estaba aburrido y nublado, como para expresar el sentimiento del corazón tan desesperado de Yuugo. Y sintiéndose abrumado por el cielo que se oscurecía gradualmente a su alrededor, tomó el tren impulsivamente y se fue a casa.
Después de convertirse en miembro activo de la sociedad, no volvía a casa excepto en las vacaciones largas. Aunque era de sus padres y el lugar donde nació y creció, los recuerdos buenos que tenía en su infancia en realidad ya no estaban. Su padre, que construyó la casa, murió de una enfermedad repentina el año en que Yuugo ingresó a la universidad y su madre casi no hablaba con él debido al trabajo. Además, ellos pensaban que los niños debían ser independientes una vez que alcanzaban la mayoría de edad, por lo que incluso su hermana mayor ya se había ido y Yuugo decidió quedarse cerca de la universidad mientras era estudiante. Sintiéndose sola viviendo en un lugar sin su esposo, su mamá vendió la propiedad y regresó a la casa de sus padres donde se encontraba "Coffee Mizuno".
Así que ahora, la casa de su abuela era también la casa de su madre.
En una tarde de un día laborable, la madre de Yuugo lo recibió con una cara de sorpresa cuando regresó de repente. Pero pronto descubrieron que algo malo había pasado. Sin decir nada, ella lo tomó de las manos y dijo: "Vamos a cenar". Y tan pronto como escuchó sus palabras tan casuales, por alguna razón se sintió tan aliviado que se echó a llorar. Yuugo preguntó si podía quedarse a pasar la noche y sin comentar nada negativo, su madre le aseguró: "Por supuesto, está bien". Y le tendió los brazos.
En poco tiempo, su abuela regresó de la tienda y su hermana también volvió del trabajo. Y aunque era evidente que les sorprendió ver a Yuugo tan deprimido, no le preguntaron el motivo y en su lugar, le dieron espacio y tiempo para aclarar sus ideas. Yuugo ya llevaba allí dos noches, y en la mañana del tercer día le confió a su familia lo que le había sucedido.
Fue vergonzoso decir que había tenido sexo con un hombre, y debido a la ambigüedad de la conversación, fue evidente que pensaban que tenía algún tipo de enfermedad mental. Después de mostrarles la tarjeta de presentación del médico que lo diagnosticó con síndrome Omega y el certificado que el hombre le dio, finalmente se convencieron de que no era una ilusión y aún así, parecieron increíblemente desconcertados por el extraño asunto. Pero no sabía qué decir. Yuugo estaba igual.
"De todos modos, hablemos con el médico".
Como si se aferrara a la voz de su abuela, rápidamente hizo una cita para ir al hospital y escuchó la historia con toda la familia reunida. Todos tenían trabajo, pero se tomaron un tiempo libre para estar con él e intentar entender la condición de su cuerpo. El médico, complacido de la unión, les dio una explicación detallada y les dijo qué podían y qué no podían hacer. Incluso en el caso de un aborto temprano, un Omega requería de hospitalización por un tiempo considerable así que ambas eran elecciones deprimentes para Yuugo. Podía borrar una vida o podía criarla, pero eso significa hacerlo solo.
La única gracia salvadora era que todos los gastos médicos, incluida la hospitalización, serían gratuitos con el fin de avanzar en la investigación clínica sobre el Síndrome de Omega.
Después de escuchar la historia, la familia de cuatro miembros regresó a casa del hospital y prepararon la comida, pero nadie sabía qué hacer o qué decirse. Sin embargo, no quedaba mucho tiempo para elegir.
"¿No puedes hablar con la otra persona?"
Yugo no respondió. Ya había presentado su carta de renuncia a la empresa. Estuvo ausente durante mucho tiempo debido a problemas de salud pero, inmediatamente después de ser diagnosticado como Omega, envió de inmediato una carta de renuncia y se marchó sin siquiera recoger sus pertenencias. También estaba la sensación de que sería incómodo ir a ver a esa persona y decirle que estaba embarazado porque ninguno lo planeó. Es más, hasta era ilógico.
"Él no es muy conocido en Japón, pero es un hombre rico muy famoso en su país de origen. Su padre es millonario y seguramente será incómodo. Podría conseguir algún tipo de ayuda, pero no me gusta eso".
Esa persona le contó que había tenido muchos problemas desagradables por el tema de ser el sucesor de su padre y que por eso mismo vino a Japón en primer lugar. Se sentía como... Arruinar sus planes. Sin embargo, era una persona tranquila y muy encantadora, así que sabía que si le explicaba todo junto con su médico, le creería sobre el Síndrome de Omega y lo ayudaría a enfrentarlo. No era alguien malvado y además, incluso era más confiable que nadie. Pero no podía. Y tampoco sabía exactamente por qué. Tal vez solo era que estaba asustado. Después de todo ¿Qué cara pondría? ¿Con qué ojos lo miraría? Además, dentro de él estaba el deseo de que él quisiera ser parte de su vida y de la del niño pero, ¿Y si decía que no? Yuugo ya no tenía la confianza para soportar una situación así.
Después de esa noche, trás el sexo, estaba seguro de que pudo ver una cara de confusión. Un sentimiento casual. Lo amaba mucho, de verdad no quería causar problemas, y nunca quiso su dinero. No podía soportar que él tuviera la más mínima duda sobre lo que sentía en su corazón.
"Tú eres el que decide."
Dijo su abuela, y por supuesto no hubo conclusión ese día. De todos modos, sería mejor quedarse en casa de su madre por una temporada así que de inmediato salió del departamento y abandonó la ciudad sin decirle a nadie.
Durante ese tiempo, fue cuando su familia de cuatro estaba cenando y mirando televisión. El programa de noticias acababa de presentar el llamado "cuidado de niños de una sola operación", que hablaba precisamente de la crianza.
"Tenemos muchas manos para un bebé".
Murmuró su hermana. Su madre respondió casualmente:
"Tenemos experiencia".
"Así es. Y todos trabajamos, por lo que no debería ser un problema tener una persona más que alimentar".
Yuugo se sorprendió. Hasta ahora, había estado pensando en qué hacer con el bebé SOLO, pero su familia naturalmente planeó cooperar con él.
"Me pregunto si puedo dar a luz".
Su madre asintió y dijo:
"No miento cuando digo que todo estará bien. Lo darás a luz y será excelente. Ya verás."
¿Podría criar a un bebé? Si eso pasaba entonces tendría que buscar un trabajo pero, como Omega, ¿Realmente iba a lograr hacerlo con un cuerpo que entraba en celo una vez al mes? Aún así, la opción de tener un aborto casi había desaparecido de su mente completamente.
Y después de pensarlo durante toda una semana, Yuugo llegó a una conclusión.
"Tengo muchas ganas de dar a luz. Disculpen que pida su ayuda."
En el lugar donde se reunió la familia, Yuugo se inclinó ante todos y se disculpó por lo que estaba haciendo. Después, fue su hermana quien le dio un golpecito en la cabeza.
"No es una molestia, ¿verdad? Es natural que las familias se ayuden entre sí en estos asuntos".
Cuando se lo comunicó al médico, la fecha de hospitalización se fijó inmediatamente.
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Una noche de pacto (Traducción Finalizada)
FanficYuugo, el gerente de la cafetería del centro, es un padre soltero con una hija de tres años llamada Kota. Se supone que su madre murió al dar a luz, pero en realidad, fue el propio Yuugo quien la tuvo. Una noche hace cinco años, Yuugo, quien es un o...