"Yuugo, Yuugo..."
Cuando J lo llamó, con una voz increíblemente necesitada, y al mismo tiempo le dio un mordisco, un golpe de calor recorrió todo su cuerpo en una fracción de segundo.
"Ah... J. ¡Más!"
"Quiero disfrutar más de ese dolor." Pensó "Quiero confiarle todo a J." "Quiero ser devorado completamente"
Y como para hacer que la otra persona perdiera la razón, movió sus caderas de atrás para adelante y mantuvo su pene muy dentro de él para que no fuera a irse.
"Yuugo..."
J levantó una voz ronca, como si fuera realmente insoportable, y comenzó a volverse más duro y más grande para él de inmediato. Al mismo tiempo, el dolor en el cuello de Yuugo aumentó hasta un punto en que imaginó que le había arrancado un pedazo.
"Ah, ah, ah..."
Podía escuchar una respiración áspera en su oído. J le mordió la nuca y luego apuñaló su cuerpo tantas veces que ya no podía ni gritar. Fue un sentimiento extraño. Una sensación vertiginosa y un frescor que hacía hervir la sangre de todo su cuerpo hasta convencerse a si mismo de que se había vuelto uno con J.
"J..."
Temblando y sacudiendo su cuerpo como un loco, eyaculó por segunda vez casi al mismo tiempo en que J lo hacía.
Mientras aún estaban conectados, respiró con fuerza por un rato, (todavía sintiendo el resplandor del clímax) y después de un tiempo finalmente consiguió que sus labios se separaran de su piel. Mirando hacia atrás a J, incluso notó que había un poco de sangre en sus labios. Algo a lo que no le tomó importancia una vez que lo besó de nuevo y le dijo que lo amaba. De hecho, habían alcanzado una extraña sensación de unidad gracias a eso. Un sentimiento poderoso, como... Un enlace. Como prueba de ello, descubrió que incluso entendían lo que cada uno quería decir incluso sin ponerlo en palabras.
Cuando J sacó el pene, Yuugo se volvió hacia él y se abrazó a su pecho. Los fuertes brazos de su pareja lo sujetaron y le hicieron acurrucarse hasta que finalmente se quedaron dormidos.
Ahora, el sol se estaba filtrando desde la ventana que daba hacia el vestíbulo del hospital.
J inclinó su cuerpo para crear una sombra que pudiera proteger a Yuugo: "¿Cambiamos de asiento?"
"No, está bien. Vaya, es verdad que te parecías muchísimo a Kouta a su edad".
Los ojos de Yuugo se abrieron con sorpresa cuando abrió la foto transferida a su dispositivo móvil. En la imagen, se podía ver a J, que tenía aproximadamente la edad de la niña, tomado de la mano de un joven Goto. El hombre siempre decía que Kouta y J podían ser prácticamente el mismo niño así que le pidió que le enviara la prueba.
Ya habían pasado dos meses desde aquel día en que confesaron sus sentimientos y volvieron a conectar sus cuerpos en medio del calor. Los dos se abrazaron desde la mañana y continuaron juntos hasta que se puso el sol. Gracias a eso, al día siguiente estaban tan exhaustos que no fueron a ningún lado y Goto y el resto del personal tuvieron que cuidar a Kouta y llevarla al bosque y el lago en representación de sus padres.
En la mañana del cuarto día, regresaron a casa y descubrieron que la tienda ya estaba funcionando como de costumbre. J y Yuugo hablaron sobre "Coffee Mizuno" y llegaron a la conclusión de que no podían alejarse de allí tan de improviso. Sin embargo, no era posible viajar en helicóptero todos los días, por lo que, por el momento, Yuugo y Kouta iban a seguir viviendo en la casa de sus padres por un tiempo. Sin embargo, le contó a su familia sobre J, su relación, y se los presentó adecuadamente. Ya hasta habían planeando tener una cena en la mansión de J en un futuro próximo.
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Una noche de pacto (Traducción Finalizada)
FanficYuugo, el gerente de la cafetería del centro, es un padre soltero con una hija de tres años llamada Kota. Se supone que su madre murió al dar a luz, pero en realidad, fue el propio Yuugo quien la tuvo. Una noche hace cinco años, Yuugo, quien es un o...