Llegué a mi casa después de una larga tarde sustituyendo a una de las camareras del restaurante de los padres de Kiara, haciéndoles un favor y ganándome un buen dinero.
Abrí la puerta de mi casa y me sorprendí al ver a mi madre bien arreglada en la mesa de la cocina junto a Jason, su enamorado Kook. Aquello explicaba que hubiese un Camaro en la entrada.
—Hola, Ashley —me saludó Jason al verme—. Oh, casi se me olvida. Tengo un regalo para ti.
Cogió una caja rosa con un lazo negro de la mesa y acercó para dármela. Al abrirla descubrí un sensor nuevo de última generación de color negro.
—Muchas gracias, Jason...
—De nada —dijo él, dándome un abrazo.
Me daba pena tener que cambiar en sensor (aunque ya no funcionaba desde lo del motel), pero me aseguraría de guardarlo bien. Me quite mi viejo sensor rosa chicle, ya arañado, con cinta adhesiva por todas partes y la pintura ya cayéndose. Con cuidado saqué el parché y lo cambié todo por el nuevo equipo.
—Bueno Ashley, tienes sobras en la nevera. Jason y yo vamos a cenar a un sitio especial —dijo mi madre, parecía que hubiese rejuvenecido diez años. Dio una vuelta sobre si misma mostrándome su vestido brillante y glamuroso de color rojo—. Y así estreno el vestido que me ha regalado.
Asentí y ambos se marcharon juntos.
Sabía que mi madre acabaría pasando la noche en la mansión de Jason, por lo que me arriesgue a dormirme en su cama. Una mierda de cama de matrimonio, pero sin duda, mucho mejor que la mía.
A la mañana siguiente desperté por los constantes mensajes que llegaban a mi móvil. Era JJ escribiéndome cada dos segundos para que fuera al Chateau. Con pereza me levanté de la cama y me vestí para ir.
[...]
—Buenas —saludé entrando en el porche, al parecer era la última en llegar.
No estaban muy contentos, en especial JJ. Estaba casi sudando y respirando muy rápido. Me senté al lado de Kiara y JJ empezó a contarnos de forma muy visual y nerviosa lo que les había pasado a él y a John B en casa de los Grubbs. Al parecer se habían encontrado con los que nos habían disparado el otro día.
—Estábamos fuera, así, y lo único que oíamos era... ¡PAM! ¡PAM! Saltaba pintura de la pared desde dentro. Y yo le miraba, en plan... Bueno, mirad esta mierda.
JJ se acercó a nosotras y se sacudió el pelo encima nuestra, manchándonos con motas blancas.
—JJ, no hace falta que pongas excusas para no lavarte el pelo, me la suda —dije, sacudiéndome aquello blanco—. Para ya. Eres un asqueroso. ¿Es caspa?
—Son restos de la casa. ¿Lo veis? Es pintura. Yo ya estaba esperando a la muerte.
—Entonces, ¿visteis a los que nos dispararon? —preguntó Pope. JJ reafirmó su versión—. ¿Os fijasteis en algún detalle suyo? Para el informe policial.
JJ se lo pensó unos segundos hasta que dijo:
—Corpulentos.
—¿Corpulentos?
—Sí. En plan...
—Eso no ayuda —dijo Kiara.
—Escuchad. Como los tíos del taller de mi padre. Ya sabéis que hacía escondrijos para droga en los barcos de los narcos —explico JJ—. Hablo con conocimiento de causa: esos tíos, esos matones... —Se encendió un porro, dándole una profunda calada—. Pasan droga.
—Pasan droga. ¿Qué pasan drogas? ¿En plan narcos? ¿Esos tíos pasan droga en plan Pablo Escobar? —empezó a delirar Pope, más nervioso a cada palabra que salía por la boca de JJ.
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𝐀𝐒𝐇𝐋𝐄𝐘 𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄; 𝘑𝘑 𝘔𝘢𝘺𝘣𝘢𝘯𝘬
FanfictionSoy Ashley White, una pogue de pies a cabeza. Como pogue que soy el dinero nunca fue abundante en mi casa y aún menos cuando mi padre murió. Y que me detectaran diabetes y las adicciones de mi madre lo empeoraron aún más. Una luz de esperanza llegó...