Segunda Noche

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Eran las 7:30 y ya no podía esperar, desde muy temprano me aliste y quise llegar al lugar donde vi a Denisse por primera vez.

Era un torpe pero ella me hizo no querer serlo más, siempre me caía o tropezaba, pero está vez, me asegure de tener bien amarrados los cordones y fijarme por donde caminar.

Me ponía nervioso y miraba mi reloj constantemente; 7:45, solo quince minutos más y vería otra vez a la bonita Denisse.

—Hola, ¿estás esperando a Niss?

—Si, me dijo que a las 8 estaría aquí

Una chica rubia me habló, bonita y bajita, tal vez era uno de los amigos con los que venía aquí.

—Ella no viene a las 8 siempre, a veces viene antes o se tarda más.

¡Ay no puede ser!, esperarla era lo que debía hacer pero ya quería verla.

La rubia me contó algunas cosas más mientras estaba ahí, llevaban juntándose en el mismo lugar en este parque desde que tenían 13, todos eran amigos desde aún más pequeños y conocieron a Denisse cuando se mudó a esa edad.

—Mira— dirigí la mirada a donde apuntaba su dedo— ahí viene, Romeo.

Denisse con un vestido blanco corto, unos zapatos amarillos con calcetas de gasa, se acercaba a nosotros con una espléndida sonrisa.

Parecía una muñequita.

Una sonrisa que me hizo olvidar cuanto tiempo tardo más de las ocho, una sonrisa con la que supe que me gustaba mucho Denisse.

DenisseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora