GIOVANNI||Erling haaland

six

22//Enero//2023

—Hola.—dijo con una sonrisa.

—Hola.—dije seria.

Erling seguía parado frente a nosotros mirándonos con una sonrisa, parece loco mirándonos así. Gio no le dio bola todavía, y claro si el tonto no se sienta obviamente Gio va a pensar que es un tipo que quiere una foto conmigo.

—¿Que esperas para sentarte, Haaland?.—pregunte impaciente.

El movió levemente su cabeza.—Cierto, perdón. Solo que es la primera vez que lo veo tan detalladamente.—dice mirando a Gio.—Se parece mucho a mi.

—Y si, si es tu hijo.—dije con obviedad.

—Florencia, perdón, por todo. Quiero que seamos una familia ahora, estoy en el mejor momento de mi carrera, y no les faltaría nada nunca.

—No se si te das cuenta con quien estas hablando, Erling. Soy la hija de Lionel Messi y Antonella Rocuzzo, a mi y a mi hijo no nos faltara nunca nada, solo por tener esos apellidos.—dije seca.—Si dejo que te veas con tu hijo es solo por que no puede estar sin conocer a su papá, nosotros no vamos a ser una familia ni ahora ni en un futuro.

El suspira.

—Ya se quien eres, Florencia. Te conozco mas que nadie en este mundo.—imbecil.—Tal vez si me das la oportunidad de volver a enamorarte, quiero estar con ustedes.

—No Erling, entendelo.—dije.

Gio me toco el brazo y me mostró la el menú, me señalo a la parte de dulce, quería una torta de chocolate. Erling solo miraba la scena y luego miro el menú que también le habían dejado en su lugar.

—Primero tenés que comer algo, cariño.—le dije a Gio.—Deja hablo con mi amigo y pedimos algo para comer ¿si?.—le propuse y el me sonrió y volvió a jugar con el juguete de spider-man que le había regalado Julian.

—¿Queres que pidamos algo ya ahora?—dije el noruego.—Vi que Gio quiere comer algo.

—Si, pidamos algo ya.

El asiende y llama al camarero, al llegar nos toma nuestro pedido.

—Yo quiero un café con una media luna.—dije.—También una taza de leche y una torta de chocolate, por favor.

El camarero anota todo y le toma su pedido a Erling, la verdad no preste mucha atención a lo que pidió solo miraba a Gio mientras jugaba, el se portaba tan bien.

—¿Cuando es su cumpleaños?.—pregunta el rubio.

—El 9 de febrero.

El siende.—Falta poco ya, ¿que queres que le hagamos?.—pregunta.

Yo arqueo mis cejas y lo miro con confusión.

—¿"Hagamos"?.—pregunte.—Vos no le vas a hacer nada, todavía ni hablamos de que es lo que queres y ya queres hacerle un cumple.

—Bueno, hablemos de eso entonces, déjame estar con el.

—Mira Erling, lo pensé muchísimo.—dije.—Te voy a dar la oportunidad de que pases tiempo con el.—el sonríe emocionado.—Pero a la mínima falta, no nos volver a ver, en tu vida nos volver a ver, ¿entendes?

—Entiendo.—dice con una sonrisa.—¿Puedo alzarlo?

—Si, pero hablale primero, no quiero que se asuste.