El tiempo no para

283 55 7
                                    

Los guardias de la mansión henituse desde hace años habían dejado de importarle lo qué hiciera el mayor de los herederos, justamente por eso aun cuándo les parecía extraño ver al joven maestro problemático correr por el lodo con tanta prisa hacía la ciudad, no dijeron ni hicieron nada para detenerlo ni avisarle al conde.

Tal vez si se hubieran interesado por el extraño comportamiento del joven hubieran descubierto la causa de los repentinos cambios de actitud positivos, aunque esto último ningún integrante de la familia del conde parecía darse cuenta, incluyendo al propio Cale qué ignoraba siempre su comportamiento, incluyéndo ahora su propia desesperación al ver la vieja casa aparentemente abandonada atravesada por un árbol caído.

_¡Rock! ¡Niños!_ grito Cale empujando la puerta de la entrada principal, una pesada y atorada puerta qué seguramente los niños no abrían podido abrir solos si quisieran escapar. _¡Niños! ¡Rock!_ Y mientras su cabeza enumeraba todos los peligros que nunca antes había visto en la casa, su desesperación crecía a la par que su tono de voz desgarrador qué llamaba a los miembros de su familia.

_Cale_ llamo Rock bajando lo más rápido qué podía por las escaleras y no era para menos al escuchar como Cale entraba en pánico gritando por ellos _¿Cale qué sucede?_

_..._ Cale estaba evitando con todo su ser abrazar a Rock y se decidió conformarse con la calma qué solo su voz le brindó. _¿Por qué no respondías?_

_Estaba con los niños, por fin logré qué se durmieran y me costó salir_

_¿Dormidos?_

_Sí_ parecía que iba a seguir explicando pero un pequeño ruido logro que Rock corriera escalera arriba seguido de cerca por un preocupado Cale.

Cale estaba tan preocupado qué por su mente pasaron mil escenarios, cada uno peor qué el otro hasta que finalmente se extinguieron al ver la triste pero tierna escena ante él.

Mientras los niños se removían incómodos llorando y maullando por Rock, Rock los abrazaba y consolaba lentamente hasta qué sus pequeños lloriqueos cesaban en el pecho del hombre que tomaba el rol de protector en sus vidas.

_¿Qué sucedió?_

_... No mucho, un árbol cayó, nos cambiamos de habitación y poco más_

_¿Poco más? ¡¿Poco más?¡_

_Silenció, los niños no han dormido mucho_

_...¿Han comido algo?_

_Sí, no te preocupes_

_... ¿Tú has comido?_

_Sí_

_No te creo_

_¿Entonces cuál es el sentido de preguntar?_

_Ire a traerte algo_ aviso Cale ignorando a Rock

A Rock francamente no le importaba ser ignorado, estaba muy acostumbrado a el frío de ser ignorado pero con Cale era diferente, era como jugar en la nieve, el frío aún persistía pero el calor de la diversión lo opacaba; además si sus suposiciones eran ciertas ganaría algo para comer y la comida nunca es mala, eso todo el mundo lo sabe, hasta Cale, lo cual francamente le sorprendía.

_¿Estás pensando en mi?_ Pregunto Cale entrando con una bolsa llena de lo que suponía Rock, era comida.

_¿Qué te hace créer eso?_

_Senti escalofríos_ grazno lanzando la bolsa de comida a un divertido Rock que rápidamente la atrapo y dejo de lado. _¿Por qué no comes ahora?_

_Comere después, cuando los niños despierten_

Tu los odias, yo los amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora