Capítulo 16 | 14 Junio, 00'

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No sé qué esperaba, las últimas cuarenta y ocho horas han sido un total caos. No dormí nada, todo porque pasé toda la madrugada hablando con mi tío por videollamada, elaborando un plan extra, porque algo en las sombras me gritaba que lo necesitaría.

Le conté todo, desde la chica del bosque, la carta que me llegó y el trato que hice con Archibald hace apenas unas horas. Aún puedo sentir su tacto, frío y ardiente a la vez, traspasando mi ropa, marcándome. Su mirada sobre mí me recuerda que no debería confiar jamás en él, pero le daría el beneficio de la duda, por ahora.

Según mi tío, él es el único de la familia que se salva. Los demás son una escoria, no solo en actos sino en alma, pero aun así, tendría que ir con pasos cuidadosos.

Sigo caminando en un piso minado, cada paso podría ser el último.

Y con tan solo recordar lo que Jeremiah me contó respecto a Leonardo, lo complica más. No quiero ni pensar en qué serían capaces de hacer sus otros hermanos con tal de mantener todo a su orden, a como ellos quieran que esté la situación.

Es por ello que no dudé en aceptar el trato con Archibald. Quiero mantenerlo cerca de mí, conocerlo, saber mucho más de él. Sus habilidades y sus puntos débiles. Y si de mí dependiera, ser uno de ellos, aunque eso signifique bailar con el diablo.

Pondría mi mano al fuego, asegurándoles a todos y callándoles la boca a cada una de las personas que dijeran lo contrario. Pero, ¿Archibald será capaz de matar por mí, aunque eso le cueste la vida y vaya en contra de toda su familia?

Ahora, lo que me importaba averiguar es más sobre Mia, la pobre chihuahua que logró que Leonardo se acostara con ella. ¿Qué diablos hizo para hacerlo caer? O ¿fue al revés?

La maestra al frente de la clase no sé qué está hablando sobre un trabajo, y no logro concentrarme. Mi cabeza le da vueltas a todo asunto y trató de idear un plan.

Necesito saber con quién empezar de nuevo y aunque la respuesta clara es que con Archibald, quiero dejarlo al último. Miro a Jeremiah que está a mi lado, tranquilo y sereno como si no me hubiera soltado una bomba hace horas. Es sorprendente su capacidad de ocultar cualquier sentimiento ante los demás.

Mi mirada recae en mi tablet y suena, avisando que ha llegado un correo.

— Universo llamando a Kyra.

Jeremiah me pasa una mano frente a la cara, obligándome a salir de mis pensamientos. Hoy luzco distinta, lo sé, demasiado distraída y alejada de todos. Apenas logré darme una ducha rápida y arreglarme para ir a clases.

Mis cicatrices hicieron de las suyas mostrándose en cuanto mi tío mencionó que la ceremonia de mis padres se acercaba.

En cambio, él luce impecable, lindo, atento, y nunca había llegado a conocer a un chico tan... lleno de facetas. Jer es una de esas personas que debes de mantener a tu lado sin importar que.

— Perdóname, no he dormido bien anoche.

— ¿Por qué?

Sonrió.

— Ya sabes, la escuela, los exámenes, la reunión. Cosas con las que debemos de cumplir.

— Si quieres puedo ir a la mansión y ayudarte con los trabajos de la clase, y así, aprovechamos el tiempo para... — se acerca a susurrarme al oído—. Hablar del plan.

— No creo que sea buen momento para eso.

— Pensé que te interesaría saber más al respecto.

Su actitud cambió drásticamente cuando me puse a ver a la maestra. No deberías ni de estar insinuando aquello afuera de la mansión y, aun hablando dentro de esas cuatro paredes corremos riesgo.

Alguien De Nosotros Está MuertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora