Parte 12

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A las seis de la tarde, el cielo aún no estaba completamente oscuro.

Se encendieron luces de neón y se conectaron postes de luz para iluminar las bulliciosas calles.

El centro de la ciudad estaba en su punto máximo de congestión, con voces ruidosas en el cielo y multitudes.

La espaciosa carretera de cuatro carriles se llenó de manera insoportable debido a la hora pico.

Los autos densamente llenos eran como latas que permanecía en su lugar de la estantería.

Wolf, atrapada en el tráfico vehicular, suspira observando el mar de animales de diferentes especies que se asemejaba a un grupo de sardinas corriendo hacia la estación de metro.

En ese momento, una melena de león desordena ondeando al viento, rebosante de imprudencia juvenil y desenfreno.

Pasó rápidamente con su patineta buscando hábilmente los espacios entre los vehículos y los peatones.

Fue tan efímero, pero también fue como si un color iluminará el gris flujo interminable de personas.

El lobo después de unos segundos se sorprende por el repentino sentimiento de envidia y nostalgia.

Un coche se metió delante al ver que dejo un poco de espacio en su distracción.

Frunce el ceño.

Revisa que no estén los del uniforme azul y saca su celular.


Wolf.

/ ¡Hola chicos!

¿Tienen la noche del otro viernes libre?

Estamos planeado celebrar el cumpleaños de Rhonda.

¿Quieres venir? /


Snake.

/ ¿La universitaria? /


Shark.

/ No.

No.

NO.

Me prometí a mi mismo nunca ser el viejo espeluznante en fiestas de fraternidades. /


Webs.

/ ¡Yo si voy! /


Piranha.

/ No será en una fraternidad.

Es en el Bar donde trabajo.

Estaré ahí atendiendolos en la barra.

¿Alguien quiere un Mai Tai? /


Shark.

/ Me convenciste. /

Snake.

/ Yo voy. :) /


Wolf.

Orgullo de VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora