Orgullo de Vida

Parte 17

- ¿Estas enfermo? -

Pregunta el reptil en el comedor de la empresa.

- Solo es un resfriado. -

Contesta el lobo desde el otro lado de la llamada.

- ¿Entonces? -

- . . . ¿Puedes traerme medicamentos? Por favor. -

- Sí, iré cuando salga del trabajo. -

- ¿Esta muy grabe? -

Pregunta Webs al otro lado de la mesa después de que su amigo colgara la llamada.

- Seguro que es grabé para pedirme ayuda, pero no lo admite. -

Contestó Snake después de tragarse su teléfono.

- El pobre desgraciado tuvo la mala suerte de enfermarse cuando todos sus amigos de piso están ocupados. -

- ¿Y qué hay de su trabajo? -

- Debió pedir el dia libre. -

Resuelve el de amarillo sin dar demasiadas vueltas al asunto.

- Mandale mis saludos y dile que no pude ir a visitarlo. -

Señala su computadora portátil abierta, con el código de fuente que estaba lleno de errores.

Fue escrito por un nuevo empleado como parte de un nuevo programa de capacitación para empleados.

Como la encargada de enseñarles, debe corregirlos para hoy.

- Esta bien. Diré que es de parte de ti y de Shark. -

Saltarse las pausas para el almuerzo era casi la norma en el Departamento de Ventas.

El tiburón ahora mismo debe estar en ese viaje agotador que hace todos los meses, caminando interminablemente de un socio comercial a otro hasta que sus piernas se acalambren para cumplir con la cuota.

Incluso después de todo ese extenuante trabajó, a veces no podía obtener un contrato nuevo.

Snake tomó un desvío de la carretera principal, se adentro en calles laterales y callejones para llegar a los barrios marginales.

Cuando llegó a la puerta, se aseguró primero que esta fuera la dirección correcta.

Una pequeña casa de un pisos ennegrecido por el carbón que se había construido hace más de un siglo.

En aquellos días la planificación no se hacía muy a conciencia.

Lugares como estos son conocido por no ser hermético al aire, ni al agua, mal iluminados, y no aptas para vivienda de algunas especies.

No se comparan ni un poco a las preservaciones históricas de la ciudad.

Toca el timbre que parecía que se fuera a caer.

Una voz baja y cansada se transmitió desde más allá de la puerta, y al escucharla, se sintió inquieto y esperó en la entrada.

La puerta se abrió de repente para revelar a un lobo con el pelo despeinado y con un cubrebocas.

Está oscuro, y la luz tenue que escapaba de la puerta revelaba partículas de polvo arremolinadas.

Wolf abrió la boca para hablar, su pecho se elevó de repente en una sofocante tos y usó un pañuelo mojado para cubrirse la boca y la nariz.