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- SH -


Al parecer a partir del día de hoy solamente impartiría clases a niños y uno que otro adolescente.

¿La razón? La señora Thompson.

Ya que hoy le marco, como de era de costumbre a mi manager, que por cierto, lo quería como nuero la señora Thompson, pero eso no tiene nada que ver. Le marco preguntando como estaba mi agenda y el se tomó la libertad del mundo en explicarle hasta la más mínima cosa que tenía que hacer.

Conclusión. Agenda llena.

Así que al llegar a la pista me esperaba la señora Thompson con los brazos cruzados, camine muy lento, pero muy lento hasta llegar a ella, realmente pensé que me iba a golpear por no querer tomarme un descanso, pero no lo hizo, solamente me agarro de mi brazo izquierdo y me regaño diciéndome que debía de tomarme las cosas con calma porque no tenía ni tiempo para respirar.

Cosa que es cierta.

También me dijo que volviera a pensar en la idea de abandonar la pista, pero ambos sabíamos que eso nunca iba a suceder.

Algo me ataba aquí y era muy obvio.

Después de decirme como iba a impartir clases de ahora en adelante me dejo libre y como aún no había nadie en la pista me fui a los lockers para guardar mis cosas.

De un momento a otro llegue al puesto de la castaña que por cierto no estaba.

Bueno, aún no era tiempo para abrir la pista.

Unos segundos después un sonido que provenía de mi móvil hizo que lo sacara. Era un mensaje de Min. Y como la mejor amiga que es, me escribió que hoy no iba a ir porque según ella estaba ocupada.

Pero sabía que no era cierto.

Le respondí diciéndole que ya dejara de acosar al chico de ojos claros.

Su respuesta fue:

"¿Cómo lo sabes?"

Una sonrisa se formó en mi rostro.

Como aún faltaba tiempo para abrir las puertas decidí irme a la sala que está enfrente de los lockers de empleados. Es muy bonita y los sillones que están son súper cómodos.

Me fui a acostar en el sillón más largo, solo cerraría los ojos unos minutos.

Solo unos minutos...

Al final no fueron minutos.

Me despertaron unas voces y yo coloque mi brazo derecho sobre mi cara.

Quería dormir otro rato.

De un momento a otro se dejaron de escuchar los ruidos y pensé que por fin podía dormir algo.

—Despierta, niño bonito—. Dijo una voz en mi oído izquierdo.

— ¿Qué hora es? —. Decidí contestar aún con la voz adormilada.

—Ya van a abrir las puertas aparte vas a estar tu solo.

Para cuando termino de decir esa oración supe que se trataba de la castaña.

— ¿Yo solo? Pero si solamente Min no iba a llegar—. Conteste aún con los ojos cerrados y mi brazo sobre mi cara.

—No han salido de la universidad, lo avisaron por el chat del grupo. Hasta Woojin te marco preguntándote si ya habías llegado.

— ¿Cuándo paso eso? —. Por fin baje mi brazo y vi hacia los ojos a la castaña.

SnowflakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora