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El día de ayer estuvo agotador.

Cuando llegue a la casa de Logan me miro con ojos brillosos al ver que traía la cena.

Y hoy como agradecimiento me tenía en un museo.

— ¿Sabes? Creí que eras buena persona—. Le dije aún con el cinturón del auto, me resignaba a salir.

—Lo soy—. Dijo Logan saliendo del auto.

—Me apuñalaste por la espalda—. Y lo señale con mi dedo índice.

Hoy por la mañana habíamos salido a una conferencia de su carrera y a mí me encantaban, pero ese día no, ya que había pasado una larga semana con trabajos y no había podido dormir bien por estar trabajando en un proyecto.

Y mi habitación era la prueba ya que estaba llena de bolitas de papel por todo el suelo.

—Anoche te compre unas alitas y un refresco, te lleve toda la semana a tu facultad, te acabo de acompañar a tu conferencia y ¿ahora me traes aquí?

Logan se acercó a la puerta del copiloto para abrirla.

—La tengo que ayudar—. Dijo haciendo un puchero.

—Tú, pero yo no—. Y me cruce de brazos.

En verdad quería dormir una larga siesta y despertar hasta la noche.

—Oh vamos, sé que te va a gustar.

Y dicho eso me saco a la fuerza de su auto.

Me quede en frente de las puertas del museo, vi a Logan hablar con la recepcionista que pareciera de unos 40 años y se le veía muy ameno hablando con ella.

En eso me llego la idea de salir corriendo y dejarlo solo.

Era una idea genial.

Pero la descarte.

Debía de despejar la mente para pensar en un buen proyecto.

Arrastrando mis pies llegue hacia donde estaba Logan y el con una sonrisa brillante me puso en mi cuello un gafete y me dijo que con ese pase podía estar por todo el museo e incluso en la exposición de arte.

Luego de eso me dijo en donde iba a estar pero no le preste ni la más mínima atención.

—Buenos días—. Salude a la recepcionista y le pregunte si me podía dar un mapa del museo, como respuesta me dijo que no repartían folletos sino que estaba tallado en una pared y me lo señalo con una sonrisa amable.

Le di las gracias y fue hacia la pared que me indico.

Bien, trate de aprenderme el mapa y vi que lugar me parecía interesante pero como quería descansar decidí que mi destino seria el jardín.

Resignada me fui por el pasillo que tenía a mi derecha.

Al principio solo me dedique a ver los cuadros e ir leyendo las leyendas de cada uno, me pareció que tenían buenos trasfondos y lograban su objetivo.

Así continúe por largos minutos hasta toparme con un cuadro, su lienzo tenía una forma diferente y no como los demás que eran cuadrados o rectangulares, leí su leyenda y me dio a entender que su otra mitad estaba en la sala de exposición.

Buena estrategia para dar a conocer la exposición.

Vi más detalladamente el cuadro y vi que en una esquina tenía el número 2.

Interesante.

Siempre que acompaño a Logan a conferencias traigo conmigo una libreta que me regalaron mis hermanos, es para dibujo, es muy bonita y discreta.

SnowflakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora