Ahí estaba, el reflector sobre ella como si fuera la protagonista.
Entonces alzo su mirada al techo con una gran sonrisa y sentí que todo en mi interior se revolvía.
Mire a mí alrededor. Lo que abundaban eran los arboles junto a mosquitos. Ya se podía sentir el clima de otoño, hoy amaneció con una temperatura baja de lo común. Paso una brisa lo que hizo que me acomodara mi abrigo de nuevo. Metí ambas manos en mi abrigo y camine hacia mi estilista.
No quería cambiarme, tenía frio.
Llegue a ella con pasos lentos y negando con mi cabeza, prefería estar en la agencia con la calefacción que aquí.
—Hay que darnos prisa para que estemos cuanto antes en la agencia—. Me dijo cuando estaba a su lado. —Tu ropa está en el camerino—. Y señalo al camerino improvisado que estaba entre dos carpas.
—No quiero.
E hice un puchero.
—Tu puedes Park—. Me dio unas palmaditas en mi espalda para ir con sus asistentes y ver si traían todos los cambios de ropa.
Ya no quiero ser modelo. Quiero irme a mi casa.
Ahora con pasos largos me dirigí al camerino y me puse la ropa que me habían dado. Cuando salí ya listo los del staff se me acercaron con una manta y un té. Yo me envolví en ella y fui a sentarme en una silla mientras tomaba un sorbo del té.
Vi como los fotógrafos acomodaban su equipo y ponían una que otra cosa para la escenografía.
A los minutos me preguntaron que si ya estaba listo y asentí con la cabeza, me tuve que despedir de mi manta y mi estilista se acercó a acomodar algunos detalles de la ropa y la maquillista para dar unos retoques al maquillaje. Les di las gracias y fui a donde estaba el fotógrafo.
Él me dijo donde debía de ponerme, hizo unas pruebas con el flash y algunas luces. Conto hasta tres e hice la primera pose.
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—Hola—. Salude a Woojin cuando me lo encontré subiendo los escalones que daban a las grandes puertas de la pista.
—Hoon...
— ¿Si?
Como no veía ninguna intención por parte de el de abrir las puertas yo lo hice.
—Quiero renunciar.
Lo vi de reojo mientras se pasaba ambas manos sobre su cara.
—Pues renuncia.
El solamente me dio una mala mirada antes de ir a su puesto y colocar su asistencia, yo lo imite.
Hoy iban a venir varios alumnos ya que en las próximas semanas tenía que ir de viaje a una pasarela y tenía que tener las semanas libres en la pista, así que tuve que acomodar todos los cronogramas de mis alumnos.
Fui hacia los locker de empleados, abrí el mío y me puse mi placa donde decía mi nombre, saque de mi bolso mis patines y guarde mis zapatos dentro del locker antes de cerrarlo.
