002 | Sister

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— Oh, seguro torturándola aprenderá su lugar - Bedellia no pudo evitar irritarse ante las palabras de la mujer frente a ella. ¿ Acaso lo hacía apropósito ? Desde que pudo conocer por sí misma a quien sería su tutora, pudo darse cuenta que nada de lo que decían de ella no era exagerado. María Agriche era alguien realmente cruel.

Y no se molestaba en ocultarlo.
Aún así, ella era una descripción perfecta de Agriche.. y Bedellia entendió que con el tiempo, ella tendría que ser igual si realmente quería sobrevivir.

— Estoy segura de que lo hará, Tía María. — Dijo siguiéndole la corriente a la mujer, aún así, realmente le molestó. ¿ Porque demonios siempre temía que meterse en sus cosas personales ? Ella sabía perfectamente cómo educar a su mascota.
No necesitaba de alguien que le dijera cómo hacerlo.

— Claro que si querida, si no puede ser por las buenas, tendrá que ser por las malas, no crees ? — Mencionó con una gran sonrisa la mujer mientras ponía sus manos por debajo de su barbilla. Ante sus palabras Bedellia solo pudo estar de acuerdo.
Ella sabía mejor que nadie que lo mejor siempre era seguirle la corriente a Maria.

Aún así, no pudo evitar posar su mirada carmesí en la aterrada madre de su hermana menor. Seguía sin entender como alguien tan...amable y pacífica como Sierra terminó en medio de un montón de lobos.

Escaneando su físico, no pudo evitar pensar en el gran parecido que tenía su  hermana menor con su madre. Eran como dos hojas en el mismo tallo.
Exceptuando porque su hermana compartía los mismos ojos rojos que ella.
Bedellia aún tenía vagos recuerdos de la primera vez que la vio, cuando su hermano menor, Ashil, seguía vivo.

Alejándose de sus pensamientos de el pasado, Bedellia se levantó de la mesa en la que estaban las amantes y madres de los demás hijos de su padre, para murmurar un corto
'Si me disculpa, me retiraré' A su tía, Dándole después una mirada a la Rubia que tenía sus ojos celestes posados en ella, he Ignorando a las demás mujeres que estaban presente. Para Bedellia, eran simples herramientas que no le eran de utilidad. Ella no planeaba cambiar sus peones, al menos no hasta que los actuales mostraran su desgastó, y no pudieran servirle más.

Levantando levemente su largo vestido , la primogénita de Agriche se retiró, sin poder evitar pensar en esa mujer con la que su tía estaba tan obsesionada.

Sin duda Sierra Agriche era casi igual de interesante que su hija



Charlotte.. — Mencionó la mujer acariciando la cabeza de la mencionada.

Bedellia realmente le tenia un gran estima y cariño a su hermana menor.
En su plan jamas estuvo acercarse a una de las demás hijas de su padre, aún así, sin duda la forma en la que la joven pelirroja se comportaba le resultaba entretenido, y de alguna forma, también tierno.

Al comienzo, solo había aceptado que la menor estuviera con ella por pura curiosidad, pero con el lento paso del tiempo, ella pudo tomar un lugar en su protegido y oculto corazón.

Sabía que la relación de Charlotte con su madre no era buena, y realmente,
¿ como podría serlo ? Siendo que su madre intentaba herirla cuando Bedellia era pequeña, y Maria parecía realmente detestar a su primer y único hijo. Realmente no quería pensar en cómo eran las otras amantes y esposas. Estaba firmemente segura de que la única madre que realmente quiso y cuidó a sus hijos en el ducado negro fue Sierra Agriche.
Tristemente, falló cuidando a su hijo mayor, Ashil. Pues este era de igual forma que su madre, alguien débil de cuerpo y corazón.

Recordando su última plática con su padre, Bedellia soltó la verdadera razón sobre su presencia en la parte del castillo donde vivían las amantes y otras esposas de su padre junto con sus hijos.

— Charlotte, Padre me a concedido su permiso para que te mudes al palacio Rubí — Soltó la peli negra viendo cómo brillaban los ojos de su hermana menor.
Después de todo, el palacio de la piedra roja, era el área donde habitaba Lant Agriche, junto con sus hijos favoritos quienes tenias un lugar en el castillo –

— ¿ Es en serio ? Hermana, ¿ Podré estar cerca de ti ? — preguntó la fémina menor

— Podrás estar cerca de mi — Contesto Bedellia a su pregunta, afirmado lo que dijo.
Sin duda le parecía realmente divertido el cómo Charlotte a veces podía parecer un gato rabioso, y en otros momentos un cachorro siguiendo a su dueño.

Mientras Charlotte festejaba, Bedellia solo pudo atinar a sonreir, fingiendo que no noto los ojos azul oscuro que la miraban a ella y a su media hermana con curiosidad y cautela.

; Bedellia [ How to protect the male leads brother  ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora