✦; No hay nada que temer ahora, vámonos y seamos libres.
Ven tal y como eres hacía a mi, no necesitas disculpas, debes saber que vales la pena.
Tomaré tus días malos y buenos, caminaré contigo a través de la tormenta.
Hago esto porque te amo.
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1980
—Simplemente perfecta. —dijo Eva mirando con una dulce sonrisa a la rubia frente a ella mientras la tomaba de ambas manos.
Rousseau era la única chica que se encontraba ahí. La madre de Pandora, ahora solo la veía con desagrado, por lo que la rubia no se había tomado ni siquiera el tiempo de invitarla. Ni siquiera por hablar de Abraxas, quien había cortado todo lazo con su hija menor. La madre de Xenophillius se encontraba con su hijo, pero sinceramente, Pandora no quería que nadie estuviera allí, excepto Eva.
Pandora le dio una sonrisa radiante, mientras con delicadeza soltaba sus manos y caminaba hasta el espejo de cuerpo completo que estaba pegado en la pared.
La rubia suspiro sintiendose completamente feliz y dichosa.
Su largo cabello rubio, estaba acomodado en un elegante recogido que reposaba sobre sus hombros. Usaba un vestido de novia con cola de sirena, algunos encajes, escote profundo y hombros anchos.
El maquillaje era brillante y sencillo, de sombras rosadas, rubor, delineado negro y un precioso labial rojo cereza. Llevaba los pendientes que la madre del que sería su esposo en minutos, había usado en su boda, así como el collar de diamantes que Regulus le había regalada para que lo usara hoy mismo.
—Es hora. —murmuró Eva, acercándose a la rubia y acomodando su velo.
Pandora asintió con una pequeña sonrisa.
—Gracias por estar aquí. —dijo la rubia girando sobre sus talones.
—No creo que haya algo mas, que me haga feliz en este momento. Mi mejor amiga se va a casar. —soltó una pequeña risa. —Deseo de verdad que esa sonrisa que hoy tienes por tu boda no la borres nunca. Deseo que tengas el matrimonio más feliz del mundo. Todos necesitamos a quien amar, a quien cuidar, en quien confiar. Estoy feliz, muy feliz de que mi mejor amiga haya encontrado a esta persona especial. —Pandora sonrió con los ojos cristalizados. —No, no, no llores, batalle en el maquillaje y no quisiera que se arruinara.
—Bien, bien. —Pandora rio mientras se lanzaba a abrazar a la castaña, quien gustosa la acepto entre sus brazos.
—Es hora.
La rubia asintió mientras se enganchaba al brazo de Eva, y ambas salían de la habitación y se dirigian hasta la puerta trasera, donde Regulus, enfundados en su mejor tunica de gala, las esperaban con una sonrisa.
—Si quieres huir aún estas a tiempo. —dijo Regulus con burla.
—Eso debería decirle yo a Eva en el momento que su matrimonio llegue. A puesto a qué me dirá que si. —Eva alzó una ceja en dirección a Pandora. —Eso me hace sospechar de que podrías decirme que no.
