Las cartas

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Al llegar a su castillo, Felix vió una carta en su ventana y se emocionó ya que sabía perfectamente de quién se trataba, Hyunjin.
{Hola, mi señor, soy Hyunjin, aquel chico de la fuente, se acuerda? Sólo quería decirle que estoy feliz de haber interactuado con alguien como vos, ya que eres de muy alta popularidad y es muy hermoso.  Tiene pequeñas manos y bonitos ojos de miel. Espero poder verlo de nuevo en persona alguna vez
Atentamente, HWANG HYUNJIN}
Felix sintió mariposas en el estómago, se había enamorado cada vez más de aquel joven alto y pelinegro. El tema era parecido, casi igual, pero a él no le importaba con tal de que fuera de Hyun.
Un día decidió ir a verlo para así pasárselo bien, y eso pasó, pero algo extraño pasó.
Después de eso, ello quedaban muy seguido y el le ponía la excusa de que iba a por flores y siempre iba con hyunjin a aquella fuente.
-Estoy Feliz de que nos podamos ver!- Dijo emocionado Hyun.
-Si, yo igual- Dijo Felix agarrándolo de la mano. Y sin pensarlo Hyunjin, aprovechando la oportunidad... Lo besó.

Al volver a casa vió una carta con un sello especial que decía así.

{Hola Felix. Siento haberte besado, se que tienes prometida, pero yo me estoy enamorando locamente de ti, te tus ojos, de tus manos de... De todo. Pero entiendo que me rechaces ya que te vas a casar dentro de 5 días. Lo siento}
Felix le devolvió la propuesta con una simple frase, que hizo mucho
"Ella no se tiene que enterar" Y así, empezaron un secreto romance.

Al volver a casa, lo recivió su prometida emocionada ya que dentro de 5 días era su boda.
-Hola cariño! Estas emocionado? Yo si!!-
Dijo Lia, su prometida.
-Hola Lia, si, bastante- Dijo fríamente Lee.
Lia estaba confundida, ya que Felix solía ser bastante cariñoso y siempre dormían juntos (no en ese sentido, cochinos).
Al pasar los días, Felix iba encontrando cada vez más cartas y las guardaba en una caja especial. Las cartas decían cosas románticas y bonitas.
El cada vez era más frío con ella
y Lia decidió investigar. Decidió entrar al despacho del pecoso y vio una caja joyada. Esa caja estaba cerrada con cerradura. Lia intentó de todo, pero de repente escucho pasos y se escondió en un armario. El Príncipe entró con una carta entre manos y la guardó en la caja,  pero ella se dió cuenta de que la llave estaba guardada en un cajon. Al irse, ella rápidamente, cojió la llave, abrió la caja y vió todas las cartas con los nombres tapados por sellos, lo cual al leerlas, ella pensó que eran para ella. Y ingenua, se fue aliviada.

La fuente de flores 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora