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Luna

Lo que pasó fue que no paramos de gritar las canciones a pleno pulmón en todo el camino.
Al llegar a casa de Koke, que es donde habíamos quedado esperamos en la puerta a que llegase Koke porque como se había parado a firmar camisetas y a hacerse fotos llegaba más tarde.

-¿Tardaran mucho? Me duelen los pies- me queje

-Que vaga eres- se rió Carrasco

-Shhh- me reí

No tardaron mucho los demás, cuando Koke llegó, abrió la puerta y salí disparada a ver a Beatriz, que estaba en el jardin con Leo.

-¡Bea!

-Luna, pensaba que no venías hasta enero- me abrazó- que ganas tenía de verte

-Yo a ti también- sonreí

-Luna- dijo Leo

-Hola enano- sonreí y le cogí- ¿Que tal el cole?

-Bien- sonrió feliz

-Eso está muy bien, ¿sacas buenas notas?

-Ni siquiera tiene exámenes- se rió Koke entrando en el jardin

-Esa es la mejor época- sonreí y deje a Leo en el suelo, que salió corriendo hacia un balón- ¿Le llevas con tu ropa a todos lados?- me reí

-No se la quiere quitar- dijo Koke mirando a su hijo

Estuvimos un rato hablando hasta que llegaron los demás.

-Por fin- dijo Beatriz acercándose a abrir la puerta

Cuando lo hizo Marcos iba a entrar pero Paddy le dio un empujón y paso corriendo.

-¡Luna!- me abrazó

-Hola- sonreí

-Que ganas tenía de verte

-Yo a ti también

Antes de que dijese algo más note a otras personas abrazandome por las piernas.

-Hombre, los minions- sonreí

-Lunita- sonrió Ale

-Hola guapos, ¿Que tal?- dije agachándome

-Bien- sonrió Edo

-¿A mí me olvidas?- dijo Alice desde la puerta

Estaba muy guapa, tenía ya una barriga de ocho meses, el pelo más rubio que nunca y se la veia feliz, que era lo más importante.

-Estas guapísima rubia- sonreí

-Lo mismo digo morena- dijo abrazandome como pudo con la tripa

Salimos al jardin y los niños se pusieron a jugar al fútbol.

[...]

-Luna, necesito que vengas conmigo- dijo mi padre

-Claro, ¿A dónde?

-A ver a los chicos del segundo equipo, quiero ver si subo a alguno- sonrió

-Genial, me gustaría ver cómo juegan

-Bien, nos vamos en 10 minutos- sonrió inocentemente

-¿Que?- le mire- ¡Papa!

-Lo siento- se rió

-¡No me puedes hacer esto!- dije con algo de risa pero indignada

Oí como se reía mientras se iba al salón, salí corriendo de la cama, me di la ducha más rápida de mi vida y me puse un top de manga larga negro y un pantalón de chándal gris. Me lave los dientes porque sabía que no iba a poder desayunar nada.

INEFABLE- [Pablo Barrios]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora