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Luna

Después de tirarme el día 1 de enero tirada en la cama y el día 2 con mis hermanas el 3 ya empezaban los entrenamientos de nuevo, así que me puse unas mallas largas y la sudadera del club y me subí al coche de mi padre que llevaba esperándome diez minutos.

-Ya era hora- me miro

-Lo siento papa

-Venga anda, vamos

Llegamos a la ciudad deportiva y mientras colocamos las cosas esperamos a que los chicos llegasen.

-Hola- sonrió Oblak

-Hola- dije mientras ponía un cono en el suelo

-Mister, deja a tu hija entrenarnos, ¿No?- se rió

-Estara bien pero primero va a correr con vosotros y después se va con los pequeños- dijo mi padre

-¿Cómo?- le mire

-Si, con los benjamines, de ocho y nueve años- sonrió

-Asi aprendes a ser madre- se rió Alber viniendo por detrás con Carlos

-Que gracioso- sonreí falsamente

-No le hagas caso Luna, yo te veo sin hijos- se rió Carlos

-No se si tomármelo bien o mal- me reí

Esperamos a que llegasen todos y cuando lo hicieron mi padre nos puso a correr.

-Muy lento- se rió Grizzy adelantando a Mario

-Ya veremos- se rió el y echó un sprint para adelantar a Griezmann

-Madre mia- me reí

-Va tíos, una carrera- dijo Lemar

Y con eso, todos empezaron a correr, yo empecé a reírme al ver como se empujaban unos a otros para ganar.

-Vente Luna- dijo Pablo pasando a mi lado

-Pereza- sonreí

No me dejó otra opción, me agarro de la muñeca y tiro de mi para que acelerarse.

-Noo- me queje

-Los demás van más rápido, tampoco te quejes- se rió

Le mire mal y seguí su ritmo

Pablo

Aún que se quejó siguió mi ritmo y fuimos hablando.

-¿Vas a volver a venir de fiesta?

-Quizas no salgo de fiesta en bastante tiempo- se rió- mira como acabo

-Me reí- lo bueno es que nosotros te cuidamos

-Lo bueno de que no bebáis, aún que no entiendo porque si un poco si podéis

-Prefiero no hacerlo- sonreí

-Chico sano- sonrió- Y muy lento

De repente dio un sprint y empezó a reírse y me tocó hacer lo mismo, menos de dos minutos después ya la había adelantado y ella se quejaba por eso mismo.

-¡Eso es trampa!- grito por detrás

Me reí y frene un poco hasta que se puso a mi lado.

-Tengo que presentarte a alguien

-¿Si? ¿A quien?- sonrió

-Ya lo veras- sonreí- Venga va, quedan cinco minutos, vamos más rápido

Asintió y aceleramos, cuando adelantábamos a algunos Luna le dio una colleja a Carrasco, el se quejó y juro vengarse.

-Te debo una- dijo el belga cuando parábamos ya de correr

-Eso ya lo veremos- se rió Luna

-Venga chicos, concentraros- dijo el Cholo- Luna, ve a cambiarte y ven a que te indique, chicos, cada uno a lo suyo

Luna se fue hacia los vestuarios mientras nosotros nos colocabamos cada uno en algún sitio, yo me puse con algunos en la escalera y estuvimos haciendo algunos ejercicios.

-¡Cuidado!- grito Rodri cuándo un balón me dio en la cabeza

-Tio, creo que te ha dado el balón- se rió Carlos

-No me digas, no serás humorista- le mire mal y me sobe la cabeza

Me levanté y mire cómo Luna venía con una sonrisa hacia nosotros.

-Luego soy yo la torpe- se rió

-Yo no he sido, me ha dado el- me queje

-Si, si- se rió

-Luna- le llamó su padre- En el campo de al lado llegarán los niños en unos minutos

-Okey, ahora mismo voy- sonrió ella- Ponte hielo si te duele- se rió y se alejó

-Muy graciosa- grite

Ella se giro, me saco la lengua y se fue hacia el otro campo.

Luna

Llegué al campo y todavía no había nadie, espere por si acaso pero tras diez minutos esperando me senté en los banquillos para no estar de pie todo el rato.
Un rato después escuché unas vocecillas y me levanté a mirar, tres niños pequeños, los Benjamines, venían con sus bolsas con botellas y hablando sobre cuál de ellos era mejor metiendo goles o dando asistencias.

-Hola- sonrió uno de ellos al verme, un niño rubio, con ojos marrones y una sonrisa de oreja a oreja

-Hola- sonreí

-¿Quién eres?- preguntó otro, uno pelinegro

-Mi nombre es Luna, voy a ser vuestra entrenadora

-¡Hola!- dijo el tercero, otro pelinegro pero con los ojos verdes- Me llamo Héctor

-Yo Lucas- dijo el rubio

-Yo soy Matteo- sonrió el otro pelinegro

-Encantada, dejad vuestras cosas ahí anda, a ver si vienen los demas- sonreí

No me equivocaba, poco después llegaron todos los demás niños, dejaron sus cosas y se colocaron en un semicírculo mirándome.
Me presenté y les dije que hiciesen algún ejercicio.

[...]

Quedaban 10 minutos de entrenamiento y puse a los chicos a jugar un mini partido. Mientras les miraba escuché un silbido detrás y me gire a mirar.

-Hola morena- sonrió Alber

-¿Que hacéis aquí?- dije acercándome

-Hemos terminado hace nada, venimos a ver cómo te va- dijo Carlos sonriendo-

-Iban a venir todos pero tenían prisa- dijo Grizzy poniendo una cara rara

-Bueno, no esperaba ni que vinieseis vosotros así que...- sonreí

-¿Son buenos?- preguntó Pablo mirando a los niños

-Si, son gracioso- me rei- menos dos de ellos, los demás tienen 8 años

-La inocencia de los niños es increíble- Dijo Carlos

-Pues tenlos con tu novia Bro, que eres el único que tiene- se rió Alber

-Cierto, sin contar a los abuelitos- dijo el rubio mirando a Griezmann

-Ehh, solo tengo 31 años- se quejó el

Tuve que ir a decirle a los niños que el entrenamiento había terminado. Recogieron sus cosas y sus padres no tardaron en aparecer y llevárselos.

Volví con mi padre porque los chicos ya se habían ido y al final volvimos nosotros a casa, me pase el resto de la tarde con mis hermanas pequeñas porque mi padre y Carla se fueron a cenar con unos amigos por ahí.

INEFABLE- [Pablo Barrios]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora