Luna
Pablo paso a por mi, ninguno comentó lo del día anterior, recogimos a Adri en su casa y fuimos a la discoteca donde nos esperaban los demás.
Al llegar al reservado no esperé, me pillé un vaso, puse en el ginebra y rellené con mezcla, siempre me habían dicho que la ginebra para beber una noche entera no es buena, pero no me importó.
-Chica, no bebas a esa velocidad que te nos mueres- dijo Boñar acercándose a mi
Me reí ante su comentario y no tarde en coger su mano para bailar la canción que sonaba.
Un rato después me senté, con otro cubata en mano y algo despeinada por las vueltas que había dado bailando.-Me duelen los pies y no llevamos aquí ni dos horas- me reí mirando a Adri, mientras bailaba con Alber
-Deberías usar zapatillas- dijo pablo sentándose a mi lado- son más cómodas
Apoyé mi cabeza en su hombro e inhale su olor sonriendo.
-quedan bien los tacones, pero igual tienes razón- me reí
-Como siempre
-Vamos a bailar- dijo Carlos cuando llegó Uxue, que había decidido venir
Me levanté con ambos y no deje de bailar hasta casi dos horas después, con todos, había perdido la cuenta de todo lo que había bebido en ese tiempo.
-Luna, ¿Estás bien?- preguntó Alber al verme la cara por el alcohol
-Yo... si- me costaba hasta pronunciar esas palabras
-Te llevo a casa- dijo pablo agarrando mi muñeca
-No- me quejé
-Luna, estás fatal, veámonos antes de que pase algo- siguió diciendo quitándome el vaso de la mano
-¡oye! Mi vaso- le miré fijamente- eres malo, eres un aguafiestas
No contesto, se despidió de los chicos y tiró de mí hacia la puerta, al salir de la discoteca teníamos que caminar por unos callejones vacíos, porque aparcamos el coche en un sitio que suponíamos que nadie sabría dónde estábamos.
Me solté del agarre de pablo bruscamente y se giró a mirarme extrañado.
-¿qué te pasa?- dije casi gritando- Déjame en paz
-Luna por favor, estás mal, vamos
-No, estoy cansada de esto, me tratas como a un bebé - solté sin saber muy bien que decía
-Te cuido Luna, te cuido por qué te aprecio
-Está mal- dije angustiada
-¿Eh?
Me acerqué a él y me quedé a centímetros de su boca.
-Creo que me gustas pablo, pero no estoy segura, no quiero que nuestra amistad se arruine- no sé ni porque lo dije
Se quedó callado, solo me miró, en completo silencio, cuando menos lo esperaba... me besó.
Fue dulce, me agarró la cadera y yo puse mis manos en sus hombros, al quedarnos sin aire nos separamos y nos miramos intensamente.
-Esto.... ¿Qué significa Rubio?- sonreí
-¿No ha quedado claro?
Negué y entonces volvió a besarme.
Cuando terminó de hacerlo no hablo, me sonrió, agarró mi mano y seguimos andando, hasta que para arruinar el momento... vomite en un lado de la calle.
Pablo recogió mi pelo y espero a que me encontrase mejor.-Si te sientes mal, me dices y paro- dijo arrancando el coche
-Vale, gracias pablo
-De nada- sonrió
-Por todo- dije girando mi cabeza hacia el
Le pedí que no me llevase a casa, eran las 5 de la mañana y no tenía mis llaves, así que me llevo a la suya, me dejó una camiseta suya y me tumbó en su cama.
Pablo
-Perdón por hacer que tengas que cuidarme- dijo antes de que saliese de mi habitación.
-Siempre te voy a cuidar morena- sonreí
-¿siempre? ¿Aún que me ponga pesada?
-Ya eres pesada y aquí estoy
-Pablo- se quejó obviamente de broma
-Siempre- la guiñe un ojo, apague la luz y salí de la habitación
No sabía que sentir, nos habíamos besado, me había dicho que le gustaba y prácticamente ella estaba un poco como yo, descolocada por la situación que estábamos pasando.
[...]
-Carlos, no lo entiendes, me he ido al entrenamiento y está en mi casa- dije por el móvil
-Quieres que vaya para cuidarla entonces
-No, quiero que la escribas por si quiere que la acerques a casa, por favor- supliqué
-Vaaale, esto de que me despiertes tan pronto no es normal- se quejó
-Son las doce de la mañana- le recordé
-Llegue a casa a las 6, es muy pronto
Me despedí y colgué para seguir mi ruta a los vestuarios de la ciudad deportiva.
Luna
Me levante y tuve que tomar un tiempo para recordar donde estaba, en casa de pablo, en su habitación y con su camiseta.
No recordaba bien la noche anterior, bebí demasiado y efectivamente esta bebida había hecho efecto.Mire el móvil, tenía varias llamadas perdidas de mi padre y un mensaje de pablo diciendo que estaba en el entrenamiento y que podía quedarme en su casa o llamar a Carlos para que me llevase a la mía.
Al salir de su habitación vi que también me había hecho el desayuno, unas tostadas con tomate y un vaso lleno de zumo de naranja con un ibuprofeno al lado.
Había que admitirlo, este chico era un sol.
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INEFABLE- [Pablo Barrios]
FanfictionLuna Simeone es una chica de 18 años que solo quiere pasarlo bien y apoyar al club de su vida, el que entrena su padre. Pablo Barrios es una joven promesa centrado en el inicio de su carrera al subir al primer equipo del Atlético de Madrid. ¿Pueden...