𝘿𝙊𝙉'𝙏 𝙁𝘼𝙇𝙇 𝙄𝙉 𝙇𝙊𝙑𝙀; Tom Kaulitz

01

Me gusta dibujar, lo hago desde niña al igual que tocar la batería pero siempre tuve interés en tocar la guitarra aunque no soy muy buena que digamos, así que, para  controlar mi gran sueño, plasmó las guitarras en un pedazo de papel que nadie nunca verá.

El sonido de mi pequeño celular me hizo quitar la mirada de mi dibujo a medio hacer.

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Leah :*
están tocando el timbre >:(
abre la puerta pls :*

literalmente están a 10 pasos de la puerta—

es una orden
=)

Suspire frustrada y me levanté de la cama para bajar a abrir la puerta.
Pase por la sala donde se encontraban mis tres amigas viendo una película

— Muévete, tal vez es el chico de las pizzas —dijo Leah, me voltea hacia ella y le saque mi lengua como niña chiquita por hacerme levantar de mi cómoda cama y no dejarme terminar mi dibujo.

Abrí la puerta y mi mirada cambio a una de confusión al ver a 4 personas que no me esperaba
encontrar.

— ¡O talvez son los chicos de Tokio Hotel, les invite a ver una peli está noche! —grito Leah desde la sala y yo solo pensaba en todas las maneras en como asesinarla después de esto.

— Ah, son ustedes —pense en voz alta arrepintiendome al instante ya que mi tono de voz demostraba mi disgusto

— También nos alegra verte, Ana —saludo Tom de manera sarcástica, sonreí irónica

— No me digas así —dije, haciéndome a un lado para que los chicos pudieran ingresar

— Ya, ya, no me peleen —intervino Bill mientras me saludaba con un beso en la mejilla.

Cerré la puerta cuando los cuatro ya habían ingresado a la casa

— Leah, Martha y Fran están en la sala viendo una película —indique mientras caminaba nuevamente hacía las escaleras— Tal vez vayan al cine como a las 6 —dije subiendo las escaleras

— ¿Vayan? —pregunto Georg al ver que no me incluí en el plan

— ¿Y tú a dónde irás? —cuestiono Bill

— A mi habitación —respondí corriendo a mi habitación sin esperar respuestas de alguno de los chicos.

Cerré la puerta de mi habitación y seguir con lo mío.

Tom pov's

Mientras Martha me hablaba de no sé que cosa, yo no podía dejar de pensar en Anastasia, es decir, en su forma de ser y como actúa con las personas que no conoce, como si ella sola se excluyera.

— ¿Anastasia vendrá con nosotros? —pregunto Bill con el tono de voz suficientemente alto para que las tres chicas los escucharán

Mi hermano leyendome el pensamiento, que alivió.

— No lo creo —respondió Leah— Ana es una chica... no le gusta convivir con personas nuevas

Mire a Franchesca quien asentía dándole la razón a su amiga.

— Tarde o temprano tendrá que hacerlo, grabaremos una canción juntos, ¿no? —hablo Georg mirando a la líder del grupo

— Sí, pero-

— Solo denle tiempo —interrumpió Martha a Leah— A Anastasia le cuesta tomar confianza por algunos problemas pasados, eso es todo. —

Nadie volvió a tocar el tema de la pelinegra, pero aun así seguia rodando en mi cabeza.

— ¿Dónde está el baño? —pregunte

— Mano derecha, final del pasillo, puerta blanca —me indicó Fran

Agradecí su gran explicación de dónde estaba el baño pero creo que ya saben que no es al baño donde iré exactamente.
Subí las escaleras en silenció e intente adivinar cuál era la puerta que llevaba a la habitación de Anastasia, hasta que los acordes de una guitarra llamaron mi atención.

Me acerque a la puerta donde provenía el ruido y me recosté en ella para escuchar mejor como tocaba Ana.
No lo hacía mal, pero se nota que es principiante y tiene mucho que aprender.

Respiré antes de tocar la puerta, y aunque me arrepentí por haberlo hecho, su respuesta para que no entrará me hizo soltar una risa.

— ¡Estoy desnuda!

— ¿Tocas la guitarra mientras estás desnuda? —pregunte recostandome en el marco de su puerta

— ¿Tom? —pregunto, abrió la puerta y la miré de arriba a bajo pensando en que excusa decirle

— No estás desnuda, que decepción —bromee

— ¿Cuánto llevas ahí? —pregunto ignorando lo que dije anteriormente

— Lo suficiente para saber el porque eres la baterista del grupo —bromee de nuevo y lo único que me gane fue su mala mirada, deje de sonreír— Perdón —carraspeo

Nos quedamos en un silencio incómodo donde lo único que se escuchaban eran nuestras respiraciones

— Déjame ayudarte —propuse rompiendo aquel silencio

— No, gracias —respondió de inmediato

— Bueno, entonces le diré a Martha que estás usando su guitarra —dije mirando por encima de su hombro recordando la vez en la que la pelinegra me había dicho que odiaba que tomaran su guitarra sin permiso

— ¿Me amenazas? —cuestiono cruzándose de brazos

— Tal vez. —respondí copiando su acto

Me miró por unos segundos, como sí pudiera leer mis pensamientos, tragué en seco al darme cuenta de que me empezaba a sentir intimidado.

— Pasa.

★

No se me desesperen chicxsss, la escul me saca canas verdes pero prometo actualizar lo más pronto que pueda

Cap 2 en 1 hora :*