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Abril, 2004

Desde que había conocido a las chicas, mi vida no se veía tan gris como antes.
Franchesca había sido la primera con la que empecé a hablar pues teníamos que hacer un trabajo juntas de la clase de literatura, luego conocí a Leah y Martha quienes me trataron muy bien, me contaron sobre los planes de la banda al enterarse de mi talento con la batería y me propusieron ser parte, lo dude un poco pero finalmente acepté y las tres fueron pacientes conmigo debido a mi manera de actuar y lo reservada que era en ciertos puntos.

Ahora, todos los almuerzos la pasábamos juntas y aunque no lo admitiera, era lindo sentir que tenía amigas cercanas de nuevo.

— Ana, ¿ves a ese chico de allá que no te despega la mirada? —pregunto Leah, voltee para ver de qué se trataba.

Y efectivamente, un chico de cabello castaño, algunos rizos y tez clara miraba fijamente nuestra mesa pero la desvío al ver que lo habíamos notado.

— Tal vez está mirando a Fran —dije ya que la peliazul se encontraba a mi lado.

— Estoy segura de que te está mirando a ti —afirmo Fran.

— ¡Oye, amigo! —empezo a llamar Martha al chico

— ¡Calla! —

— Martha, no... —murmure al ver que había echo caso al llamado de la chica.

— Hola —saludo al llegar, me miró pero desvíe mi mirada hacía el plato

— ¿Cómo te llamas? —pregunto Leah.

— Soy Marcus, ¿y ustedes? —

— Yo soy Leah, ella es Martha, Fran y Anastasia —presento la primera a cada una, me atreví a alzar mi mirada y de inmediato me tope con la suya

— Mucho gusto, chicas —

— Si, sí bueno, creemos que te gusta la callada de allí, ¿es cierto? —hablo Martha, la miré con ganas de querer asesinarla.

— Emm... bueno, yo...

— No le hagas caso, Martha es un poco pesada y sin filtro alguno —interrumpió Leah con una risa disimulada

— Bueno, es que, de igual manera me gustaría conseguir tu número... —me dijo, las chicas me miraron sorprendidas al ver que sus intuiciones eran ciertas

— Mmm, claro... —

(...)

— Me gusta pasar tiempo contigo, aunque así casi no hablas —dijo Marcus colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, me encogió de hombros

— Solo te pido algo de tiempo, eso es todo —

— Ana, llevamos 8 meses hablando, voy contigo a tus ensayos con las chicas, he ido al estudio contigo, vamos juntos al instituto, tus padres me conocen, ¿por qué sigues siendo tan distante conmigo? —cuestiono, lo miré triste— Te daré el tiempo que necesites, pero me encantaría ayudarte, y si no me dices qué sucede, no podré hacerlo —

Marcus era un chico genial, mi primer amor, tal vez, pero ¿me seguiría queriendo al saber que estoy sucia?

Me acerque a abrazarlo, tenía que vivir el momento, me aterraba la idea de que ya no le interesara por lo que me sucedió, que ya no me viera de la misma forma...

Actualidad.

— ¿Y que sucedió con el? —pregunto Tom después de contarle como había sido el primer chico que me había hecho sentir "amor"

— La banda empezó a ser reconocida, sus padres no querían que el fuera acosado por las cámaras así que lo mandaron a estudiar a Moscú porque no accedió a alejarse de mí, y desde entonces, no se nada de el —conte tranquila pero con muchos más recuerdo llegando a mí.

“— No llores, ¿sí? —trato de consolarme, al final, Marcus se iría de mi lado y todo por mí culpa— Prometo volver y te buscaré sin cansancio —dijo, lo miré con lágrimas en mis ojos, asustada de que aquello no fuera verdad.

Limpió mis mejillas y dejo un beso en mi frente, sonrió con ternura.

— Te amo —murmuro, lo miré sorprendida— Y necesito que me prometas, que nunca aliviaras tus ataques de pánico vomitando —dijo, reí irónica sabiendo que no podría con eso, tomo mi rostro entre sus manos— No, no, Ana. Realmente necesito que lo prometas. —repitió serio

¿Realmente podría controlarlo?
Lo miré dudosa con esa gran duda en mi ser, asentí

— Está bien, lo prometo —hable al fin

— ¡Marcus! —el llamado de su madre indicando que ya era hora de marcharse, me miro por última vez...”

T

ragué en seco al recordar aquello, pues no hace mucho había roto esa promesa

— ¿Por eso no te gusta que te diga Ana? —cuestiono Tom, asentí

— No me gusta recordarlo... —respondí

— Oh, lo siento... —se disculpó

— No, no, está bien, me da igual —negue

— Okey...

— ¿Por qué querías hablar sobre eso? —pregunte extrañada, el castaño aclaró su garganta

— Para conocernos mejor —respondió tontamente, lo miré sabiendo que mentía— Bueno, es que... hay una chica

— Uy... —moleste, me miró mal— Perdón, continua —

— Está... chica, estoy seguro de que no le gusto y no se que hacer —murmuro

— ¿Pero ella te gusta? —pregunte confundida

Tom me miró el silencio, parecía no saber que responder, alcé mis cejas en busca de una respuesta

— No lo sé... —respondió frustrado

— Tom, deberías hablar con ella, de lo que sientes y de lo que ella siente —recomendé, me miró con atención— Tampoco puedes suponer si le gustas o no, ella tiene que ser la que te lo diga. —

Chasqueo su lengua y suspiro, no parecía tener una idea clara de sus sentimientos.

— Haz lo que tú corazón diga, y no estés pendiente de cuál sea el momento adecuado, hazlo cuando te nazca —alce la voz para intentar animarlo, rió

— Supongo que eso haré... —















































































No tengo casi inspiración 😭
Pero el q viene será re god y bien dramático/emocionante ajjdkakdsjkfakbskad

besitos:*

 𝘿𝙊𝙉'𝙏 𝙁𝘼𝙇𝙇 𝙄𝙉 𝙇𝙊𝙑𝙀; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora