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Desperté con un fuerte dolor de cabeza, estresada y con un montón de cosas en mi cabeza.

No podía sacarme lo que había pasado ayer.
El reencuentro con Marcus, el beso de Tom, sus miradas, sus caricias...

Ojalá todo fuera distinto, que mis problemas del pasado desaparezcan de una buena vez y saber que es lo que realmente quiero, o a quien realmente quiero.

Me levanté de la cama para buscar no a Tom y hablar con el, abrí la puerta y me encontré con el chico sentado al lado de mi puerta, se levantó apenas me vio.

— No llevo toda la noche ahí pensando si entrar o no, por si acaso —intento aclarar, reí— Te ves preciosa, digo, me gustaría que hablemos...

— No me gusta Marcus, Tom —interrumpí.

Su mirada pareció alumbrarse, como si eso era exactamente lo que necesitaba escuchar todo este tiempo, podría jurar que su nudo de estrés en su nuca se había aliviado después de mis palabras.

— Se que crees eso, pero se perfectamente que ya no me gusta el...

Y como si de un dejà vú se tratase, me vi emboscada por un gran beso que me hizo sentir diminuta. Este beso era distinto, apasionado y lleno de hambre, Tom entro lentamente a mi habitación y cerró la puerta detrás de el, me arrecosto con delicadeza en mi gran cama mientras seguía besándome sin intenciones de parar.
Coloqué mis manos en su nuca y poco a poco abrí mis piernas para rodear su cintura con ellas y pegarlo más a mi vientre.

Lo necesitaba cerca.

Sin embargo, Tom rompió el beso con respiración acelerada y sus ojos desprendiendo lujuria.

— ¿Estás segura de esto? —pregunto con dificultad

Deposite un pequeño beso en sus labios antes de responder:

Quiero estar contigo

(...)

Aún no podía creer lo que Hai sucedido

¿Realmente me había acostado con Tom?

No se como describir como fue, pero puedo decir con certeza que no me sentí forzada ni usada, al contrario, me sentí amada y fue tan lindo la manera en la que Tom se preocupaba por mí haciéndome preguntas para asegurarse que me sentía cómoda.

Ahora, el castaño oscuro dormía en mi pecho, ya eran las 10 pm y aún no podía pegar el sueño teniendo flashbacks constantes de todo lo que habíamos hecho.

¿Las chicas nos habrían escuchado?
¿Dónde está Marcus ahora mismo?

Aquellas dos preguntas no me dejaban en paz ni por un segundo.

Tom empezó a removerse en la cama sin dejar de abrazar mi cintura, despertó y me miro soñoliento, sonreí enternecida.

— ¿Esa es mi camisa? —pregunto con voz ronca, reí

— Hace frío —respondí

El chico se movió haciendo que ahora mi rostro quedará recostado en su pecho, empezó a hacerme mimos.

— ¿Cómo te sientes? —pregunto, dejando escapar el hecho de que se encontraba nervioso por la respuesta

— Bien... —respondí, de inmediato depósito un beso en mi cabeza

Nos quedamos en silencio, el sonido de los grillos y la corriente de aire hacían todo más calmado, empezaba a sentirme como en una película.
Estar con Tom era una experiencia totalmente nueva, nuevos sentimientos y emociones, podía odiarlo y a los pocos segundos quererlo de pies a cabeza.

— Ana... —me llamo.

— ¿Sí? —

Un gran nudo en mi garganta me hizo pensar en todas las cosas que podría decirme en ese instante

Dime qué me amas, por favor

— Te quiero —murmuro

Tragué en seco, ligeramente decepcionada y triste.
Supongo que es complicado amarme.

— Yo también te quiero, Tom. —


















































































Corto pero para no dejarlos con la intriga.

Escribí algunos caps e ideas en word cuando estaba en clases pero el documento se guardo mal :(
Así que si ven algunas ideas desordenadas, prometo arreglarlo lo más pronto que pueda.

:*

 𝘿𝙊𝙉'𝙏 𝙁𝘼𝙇𝙇 𝙄𝙉 𝙇𝙊𝙑𝙀; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora