Way Back Home [YoonSeok]

23.

Advertencias: yoonseok como pareja principal, cositas lindas y fluff.

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Yoongi tuvo que hacerse prácticamente de todo desde ese momento, empezando por consolar a Jungkook, que lucía demasiado confundido y lloroso por la extraña situación en la que se encontraba su mamá.

Hoseok, para no asustarlo más de lo que ya estaba, se escapó al baño para seguir sollozando. Su mente se seguía sintiendo demasiado confundida por lo que acababa de pasar, incrédulo y aterrado por el miedo de que le quitaran a su bebé. La idea lo paralizaba por completo, como si estuviera a punto de enloquecer ante el pánico.

Mientras tanto, el alfa dejó que Jungkook llorara en sus brazos, consolándolo con arrullos suaves y tiernos. Poco a poco, el niño se empezó a calmar.

—Bien, bien —Yoongi le besó la frente al pequeño, limpiándole las mejillas del rastro de lágrimas—, ¿qué tal si ahora dormimos, Koo?

—Papi —barboteó Jungkook, y el alfa soltó feromonas paternas, cálidas y envolventes para el bebé—, papi...

Debió sentirse más que relajado en ese ambiente, pensó Yoongi, pues no le costó demasiado hacerlo dormir. El mayor lo observó un rato antes de ir hacia la habitación de Jungkook, recostándolo en su camita.

—Tranquilo —le susurró, arropándolo para que no pasara frío—, papá se encargará de todo, cachorrito. Te protegeré a ti y a mamá.

Una vez consideró que el bebé ya no despertaría, se dirigió al baño, abriéndolo y encontrándose con el desastre que era Hoseok. No le sorprendió encontrárselo en el suelo, abrazándose las piernas, así que Yoongi se inclinó y lo agarró por la cintura. El omega lo abrazó ahora del cuello, dejándose levantar.

—Mi amor —Yoongi habló, sentando al menor en la tapa del inodoro—, ven, vamos a limpiar esta linda carita.

—Gigi —tartamudeó Hoseok, frotando sus ojos como para alejar las lágrimas—, yo... lo... lo si-siento...

—¿Qué sientes? —Yoongi abrió la llave del lavamanos—. ¿Tener que cuidarte ahora? No digas tonterías. Eres mi omega, te amo, y es mi responsabilidad cuidarte, cariño.

Eso pareció hacerlo llorar más, pero Yoongi no le tomó mucha importancia, mojando sus manos para quitar el rastro de lágrimas de las mejillas de su novio. Tenía la carita y ojos hinchados debido al llanto, sin embargo, seguía siendo muy hermoso para Yoongi.

—Tengo miedo —admitió Hoseok, dejando que el alfa le limpiara la nariz también, haciéndole sonar su nariz. Era como ser un niño pequeño siendo atendido, aunque eso no lo hacía desagradable—, no quiero... ¿qué tal si...?

—No te adelantes —le interrumpió Yoongi, amoroso—. No voy a dejar que ese idiota nos quite a nuestro hijo, Hope. Si es necesario que contrate a los mejores putos abogados del mundo, lo haré.